El Gobierno vasco afronta la negociación del proyecto de Presupuestos para el año que viene con la mano tendida a la oposición, pero con pocas intenciones de marear la perdiz y con muchas lecciones aprendidas de la negociación fallida del año pasado, la primera de la era Pradales. El consejero Noël d’Anjou intentó entonces un acuerdo con EH Bildu y le envió hasta cinco contraofertas que Pello Otxandiano consideró que no eran suficientes. Ahora, el Gobierno vasco espera que la oposición no aparente estar dispuesta a negociar por pura táctica, con el único propósito de ocupar unos días el escaparate de los medios de comunicación y terminar dando un portazo. Por ello, el lehendakari Pradales quiso lanzar este viernes como aviso a navegantes que el Gobierno de PNV y PSE tiene una mayoría absoluta suficiente, de modo que los Presupuestos están garantizados pase lo que pase. E hizo tres reclamaciones a los partidos: que planteen propuestas concretas, que no “mareen la perdiz” si no hay voluntad de acuerdo, y que no haya vetos cruzados entre ellos, es decir, no va a entrar en la dialéctica izquierda-derecha ni a descartar de antemano a nadie salvo a Vox, sino que quiere poner el foco en las propuestas que se pactan y no en con quién.
La oposición sí mantiene estos vetos cruzados, ya sea con el argumento de que sus propuestas son incompatibles, o bien por la estrategia de polarización derecha-izquierda que conviene a PP y EH Bildu para nutrir a sus respectivos electorados buscando el cuerpo a cuerpo como están haciendo a cuenta de la polémica por la ilegalización o no de la izquierda abertzale. EH Bildu, además, lleva una temporada intentando trasladar que PNV y PSE no forman una alianza bien avenida, y que el PSE prefiere pactar con la izquierda.
D’Anjou se pondrá en contacto con los partidos la semana que viene para cerrar una agenda de reuniones y organizar una “tercera ronda” tras los contactos preliminares que mantuvo antes de aprobar las Cuentas. Los tres potenciales socios, EH Bildu, PP y Sumar, preguntaron este viernes al lehendakari por este asunto en el pleno de control del Parlamento Vasco, aunque no se pudo extraer nada en claro más allá de las consignas generales de cada grupo.
Que EH Bildu se moje "más allá del diagnóstico"
En cuanto a EH Bildu, Pradales le trasladó que, “más allá del diagnóstico, hay que mojarse y responsabilizarse” con propuestas concretas, porque Pello Otxandiano “se ha dedicado a hablar de equilibrio presupuestario, pero ha pedido más y más gasto salvo en la Ertzaintza” y no le ha escuchado decir de dónde hay que recortar. “No venga con una mera táctica e intente que mareemos la perdiz”, le dijo. Reconoció que pueden estar de acuerdo en el diagnóstico, pero añadió que habrá que concretar soluciones y negociar sin vetos. Otxandiano, en su pregunta, había insistido en que el envejecimiento de la población y la llegada de migrantes van a exigir un aumento “significativo” de los capítulos 1 y 2, la salud y la educación. ¿Qué propone? Habló de la fiscalidad, lo que para el lehendakari es un intento de escaparse y no aclarar de dónde hay que recortar. “Se ha renunciado al gravamen a las energéticas y el ajuste fiscal aprobado supone una merma de la recaudación”, sostuvo Otxandiano.
El PP se centra en los asesores
Desde el PP, Javier de Andrés opinó que este Presupuesto es el mismo que se presentó el año pasado (Presupuesto que no apoyó, lo que da una medida de las escasas opciones de acuerdo). Además, se centró en criticar el número de asesores del Gobierno vasco hasta la hipérbole: dijo que es un Presupuesto “socialista” porque engorda la administración pública por encima de la actividad empresarial y “empobrece” a la sociedad. Añadió que el Gobierno vasco “ha igualado a Reino Unido con 128 asesores”, pero la diferencia es que “allí son 68 millones de habitantes, y aquí somos 2,2”. “Igual tienen que cambiar cantidad por calidad. Iñigo Urkullu tenía 7 y usted 34. Qué mala opinión tiene usted de sí mismo”, lanzó.
El lehendakari, sin embargo, trató de señalar las contradicciones del PP: se centra en los asesores cuando, según cuantificó Pradales, suponen menos del 1% del Presupuesto y, en cambio, el PP no reconoce que el proyecto sí satisface las prioridades que trasladó en privado. Según Pradales , el PP apuesta por reforzar la salud y la seguridad con cifras que alcanza el propio proyecto del Gobierno, el PP pedía reforzar las actuaciones en industria y activar los mil millones de la alianza financiera como se está haciendo; y el PP quiere trabajar el plan interinstitucional de emprendimiento, que se va a aprobar el próximo año; y la simplificación administrativa, cuya ley llegará antes de que acabe 2025. “Los Presupuestos responden a las prioridades que traslada el PP”, zanjó.
Responde a Sumar con Julio Anguita
A Jon Hernández, de Sumar, le respondió que debe preocuparse de “qué” se pacta y no “con quién”. El lehendakari le recordó que el propio exlíder del Partido Comunista y de Izquierda Unida Julio Anguita tenía como lema la expresión “programa, programa, programa”, y Pradales la parafraseó como “capítulo, capítulo, capítulo” (en referencia a los apartados presupuestarios) para bajar a lo concreto.
Hasta el 27 de noviembre
El PNV planteó una pregunta a D’Anjou a falta de 20 días para apalabrar algún tipo de acercamiento, ya que el 27 de noviembre finaliza el plazo para registrar enmiendas parciales y de totalidad. El consejero vio “puntos de interés común” con algunos partidos aunque ha detectado “un intento de desmarcarse” antes de empezar. Ofreció su “mano tendida” pero, en caso de que no hubiera “voluntad”, aclaró que habrá Presupuestos de todos modos.
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