Noël d’Anjou tiene entre manos la tramitación de sus segundos Presupuestos y no quiere provocar una escalada de declaraciones con la oposición. El consejero de Hacienda respondió este miércoles a EH Bildu que “tenemos que bajar un poco el tono” para que exista ese “ambiente de confianza” al que Pello Otxandiano hace referencia. El portavoz de EH Bildu en el Parlamento Vasco ha cuestionado esa confianza por una serie de actitudes que imputa al Gobierno vasco a la hora de tramitar el proyecto, pero d’Anjou se limitó a responder en Radio Euskadi que “no es productivo alimentar” este tipo de reflexiones. El consejero no quiso entrar en la polémica a pesar de las alusiones directas a su figura. EH Bildu había tratado de proyectar una contradicción entre su promesa de hablar previamente con los partidos y lo que está sucediendo en realidad, y Otxandiano dijo a través de sus redes sociales que “la credibilidad y la honestidad son indispensables para construir confianza política”.

El martes, el día en que d’Anjou aprobó el proyecto de Presupuestos en Consejo de Gobierno tras mantener unos contactos preliminares con la oposición, Otxandiano escribió un mensaje en su cuenta de la red social X para discutir al lehendakari Pradales si EH Bildu le presentó o no como condición la creación de un fondo de vivienda con 3.000 millones de euros. Otxandiano dijo que le trasladó la idea del fondo “personalmente a Pradales” en abril, y después insistió en ello en el pleno monográfico sobre el modelo socioeconómico de junio. El Gobierno vasco le recrimina algo distinto, que Bildu no lo se lo trasladara en el marco de los contactos preliminares que mantuvieron para abordar los Presupuestos, y que el Ejecutivo tuviera que enterarse por un tuit de que su requisito es ese. Además, Otxandiano aseguró que d’Anjou “no ha trabajado el proyecto presupuestario con EH Bildu”, una afirmación ambigua que no llega a negar expresamente que hayan tenido contactos. PP y Sumar no han tenido inconveniente en reconocer que esos contactos previos se han producido, con independencia de su profundidad o alcance en un momento en que todavía no existía el proyecto presupuestario. Pero Otxandiano concluyó que “la credibilidad y la honestidad son indispensables para construir confianza política”.

Las polémicas y la deuda que no se "dispara"

Cuando preguntaron a d’Anjou por las palabras de Otxandiano, que dice que no le respondió a la oferta, el consejero aseguró que “para que haya ese ambiente de confianza al cual solemos aludir, o al que Bildu hace alusión, tenemos que bajar un poco el tono”. “Nos sentaremos con cada uno de los grupos. En esas negociaciones, creo que llegaremos a entendernos, y cualquier comentario que podamos hacer...”, dijo, para detener después su reflexión y zanjar el asunto con un “no es productivo alimentar estas cosas”.

También le preguntaron por las interpretaciones que se han realizado sobre la deuda para 2026, pero negó que se “dispare”. El control del gasto y la deuda suele ser también un argumento recurrente del PP. “Me sorprende la terminología”, dijo el consejero, para recordar que la cifra de 2026 está condicionada por los 935 millones adicionales que se pactaron de manera extraordinaria con el Estado. Añadió que este año 2025 el endeudamiento es de 1.285 millones, y en 2026 será de 2.324 millones, pero habría que restar esos casi mil extraordinarios. Por tanto, la diferencia no sería abismal, sino de medio punto porcentual: este año se va a cerrar con un 11,44% de deuda sobre el PIB, y en 2026 será el 11,92%, lo que sitúa a la CAV como la segunda comunidad menos endeudada por detrás de Nafarroa. D’Anjou tendió la mano pese a la mayoría absoluta de PNV y PSE.

Sumar admite el choque de modelos pero dialogará

En sentido estricto, Sumar dejó este miércoles poco margen para el acuerdo al constatar la discrepancia con los planteamientos del Gobierno vasco, que en algunos casos ya es prácticamente estructural porque atañe al peso de la escuela concertada en el modelo educativo. Su parlamentario Jon Hernández compareció junto a Alba García para realizar una primera valoración crítica, ya que consideran que “bajo una capa de marketing hay una continuidad sin rumbo ni destino”. Añadieron que las Cuentas “crecen gracias a una emisión de deuda que desaparecerá en 2027” y que ese dinero no se ve acompañado de una “reorientación de la arquitectura” del proyecto.

Creen que, a pesar de tener la capacidad financiera para situarse a la vanguardia de Europa, es un Presupuesto “concebido para defender la imagen de estabilidad, no para transformar”. Hernández añadió como crítica concreta que el departamento de vivienda tenga asignado la mitad del presupuesto que seguridad, y “eso demuestra cuáles son las prioridades en un país seguro como este que tiene problemas de vivienda”. Interpretó también que las partidas de educación las consumen los compromisos pendientes y los salarios, pero “no hay un nuevo impulso” y “se blinda la educación concertada”. A pesar de dejar tan escaso margen y constatar que no comparten las prioridades, Hernández dijo que su grupo está “dispuesto a hablar” y admitió: “Llevamos hablando desde hace meses, este verano hemos mantenido algunas reuniones con el consejero”. No ocultan, de todos modos, que los modelos de país son distintos.