La candidata de la coalición Sumar a lehendakari, Alba García, aseguró ayer lunes que no se ha cerrado la coalición con Podemos para las próximas elecciones vascas por falta de “confianza”, una confianza que sí existe con Ezker Anitza-IU y Equo, formaciones con las que ha alcanzado un preacuerdo. Además, añadió que le sorprende que el aspirante de EH Bildu, Pello Otxandiano, hable de “pactos con el PNV”, que a juicio de Sumar “lleva 40 años haciendo política conservadora”, y que al mismo tiempo EH Bildu propugne culminar “un cambio de ciclo político”.

En una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, García destacó que su formación cuenta en la CAV con “autonomía plena, jurídica y política para tomar decisiones”, circunstancia que no se daría en el caso de Podemos. “Cuando se acuerda con alguien, la base de todo es la confianza. En el momento en que eso no se puede dar, no hay dónde ir”, dijo. Respecto a las diferencias entre Podemos y Sumar, consideró que ambos partidos han hecho una lectura “distinta del momento político” y “hay algunas diferencias importantes”. Entre ellas, citó la decisión de la formación morada de no apoyar el decreto del subsidio impulsado por Yolanda Díaz en el Congreso.

“Hemos hecho una propuesta encabezada por mí que piensa en un cambio de maneras de hacer, de lenguaje, de estilo y, en ese sentido, no ha habido un acuerdo en el diagnóstico”, expresó, para añadir que las diferencias “tienen más a veces que ver con un tema de confianza que un tema de ideología”. García aseguró que han alcanzado un acuerdo entre Sumar, Ezker Anitza y Equo porque “se han dado las condiciones políticas necesarias que garantizaran una lealtad, una confianza y que esto iba a durar. No era el caso de todas”.

Sobre los pactos postelectorales y la opción de aliarse al PNV, dijo: “No lo sé, tendríamos que sentarnos a hablar de temas. Yo soy muy fan de hablar, pero hay que ser realistas en cuáles son nuestros ejes programáticos. Con el PNV tenemos muchas diferencias, primero de modelos. Ellos entienden un modelo privatizador en el que tener dinero en la cuenta bancaria es importante y nosotras no estamos ahí”.