El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha rematado, cuatro meses después de las elecciones autonómicas, la absorción de dirigentes de Ciudadanos y su incorporación a distintas responsabilidades en administración, la última la de Juan Marín, exvicepresidente de la Junta y exlíder naranja en la comunidad, que vuelve a la vida pública.

Marín será el nuevo presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía en sustitución del socialista Ángel Gallego, que lleva diez años en el cargo, un nombramiento al que previsiblemente dará luz verde este martes el Consejo de Gobierno, han informado a EFE fuentes del Ejecutivo.

El Consejo Económico y Social, un órgano consultivo que depende de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, emite informes sobre los decretos y proyectos de ley de contenido socioeconómico y en él que hay representantes de empresarios, sindicatos, consumidores, ayuntamientos y universidades.

El fichaje de Marín, que cobrará unos 65.000 euros anuales, ultima la absorción de la cúpula andaluza de Ciudadanos por parte del PP y del Gobierno de Moreno, un cuentagotas que se ha venido produciendo desde que el barón popular formó su equipo de mayoría absoluta en la Junta.

El exvicepresidente y miembro de la ejecutiva nacional de Cs dimitió de todos sus cargos orgánicos la noche electoral del 19 de junio, en la que su partido pasó de 21 diputados a cero, con lo que se quedó fuera del Palamento andaluz tras dos legislaturas legislaturas, mientras el PP logró la mayoría absoluta.

Cuando presentó su dimisión, Marín rechazó la posibilidad de seguir como consejero en el nuevo Gobierno de Moreno, pese a los ofrecimientos del presidente, aunque no descartó la posibilidad de formar parte del equipo en un futuro próximo y después de un periodo de reflexión. "Si lo hago, abandonaré definitivamente mi partido", aseguró entonces.

Aunque no sea en primera línea, el retorno de Marín a la vida pública supone un caso más de la absorción emprendida por Moreno en el caladero político de Ciudadanos, una estrategia que comenzó a forjarse en la anterior legislatura por la buena sintonía entre ambos durante los cuatro años de gobierno de coalición PP-Cs.

La amistosa relación facilitó, entre otras cosas, que durante el anterior mandato el Gobierno andaluz quedara al margen de las disputas y sonoras crisis surgidas entre el PP y Cs en gobiernos autonómicos como los de Murcia, Castilla y León y Madrid.

Junto al exlíder andaluz de los naranjas, Moreno ha ido previamente captando otros dirigentes de Ciudadanos a los que ha mantenido o reincorporado a su equipo de gobierno.

Es caso de la actual consejera de Empleo, Rocío Blanco, independiente por la cuota de Ciudadanos en el anterior mandato que repite en el cargo o de la exconsejera de Igualdad, Rocío Ruíz, incorporada al Consejo Audiovisual de Andalucía a propuesta del PP.

A estas se han sumado también Sergio Romero, exportavoz parlamentario de Cs, ahora recolocado en el Instituto Andaluz de la Juventud de Cádiz, y Teresa Pardo, también exportavoz parlamentaria, a la que Moreno ha situado de delegada territorial de Justicia, Administración Local y Función Pública en Málaga.

La formación naranja consiguió por primera vez representación en el Parlamento de Andalucía en 2015, al conseguir nueve diputados, y fue socio y aliado del último Gobierno en minoría de la socialista Susana Díaz.

En 2018, el partido de Marín cosechó un crecimiento sin precedentes hasta alcanzar los 21 escaños, mientras el PP anotó uno de los peores resultados de su historia con 26 diputados y Moreno como aspirante a la Junta.

Los partidos de centro-derecha se impusieron por primera vez en Andalucía a los de izquierdas, lo que propició un Gobierno de coalición PP-Ciudadanos sostenido en el Parlamento por Vox, la formación de ultraderecha que irrumpió con 12 escaños en aquellos comicios autonómicos.