Bilbao - El barco de Piolín, en el que ha permanecido un importante destacamento de efectivos policiales trasladados a Catalunya por el Ministerio del Interior debido al referéndum del 1-O, será historia a partir de mañana. Fondeado en el puerto de Barcelona desde hace casi dos meses, el ministro Juan Ignacio Zoido dio ayer a conocer que el traslado no supondrá merma alguna en el dispositivo, ya que parte de los guardias civiles y policías alojados en el ya famoso ferri serán repartidos por diferentes hoteles de la Costa Brava y en otro buque, que se encuentra amarrado en Tarragona.
“Hoy por hoy, y dada la normalidad que a partir (de la aplicación del artículo) del 155 se viene observando en Catalunya, tenemos ofertas de hoteles que antes no teníamos y habrá la posibilidad de que se vayan redistribuyendo los efectivos en hoteles y en los otros dos barcos que hay allí y por tanto el Piolín pasa a la historia a partir del jueves”, afirmó ayer el titular de Interior para confirmar una noticia adelantada por El Periódico. El barco de Piolín, cuyo nombre verdadero es Moby Dada, dejará en unas horas su muelle en la dársena barcelonesa, si bien Zoido remarcó que no conllevará un repliegue de los cerca de 10.000 efectivos en suelo catalán con los que cuenta en la actualidad la Guardia Civil y la Policía española. En un principio, y pese a que el pasado 6 de noviembre se activaron algunos reemplazos en el dispositivo policial -en torno al 30% del contingente desplazado-, se mantendrán en sus puestos hasta pasadas las elecciones autonómicas del 21-D.
bromas y críticas El famoso ferri, motivo de chanzas del independentismo por estar su casco decorado con unas imágenes de gran formato de dos conocidos personajes de Warnes Bros -que intentaron ser retiradas sin éxito-, era uno de los tres que Interior contrató para desplegar alrededor de dos millares de agentes adicionales en Catalunya. Arribaron a puerto el pasado 20 de septiembre y desde el comienzo recibió severas quejas de muchos de los 800 policías y guardias civiles allí destacados por las malas condiciones de su estancia. Tanto es así que incluso los sindicatos policiales pusieron el grito en el cielo.
Los agentes del barco de Piolín serán trasladados al Azurro, fondeado en Tarragona y que podría también abandonar su amarre en breves fechas para desplazarse a la capital catalana y seguir prestando servicio, aunque Interior prefirió no dar información al respecto. El tercer buque, el Rapshody, sigue anclado en Barcelona.