Bilbao. El cuerpo eclesiástico vasco ha vuelto a pronunciarse sobre el proceso de paz. Ayer fue el Foro de Curas de Bizkaia quien tomó la palabra para advertir de que el trabajo por la paz no culmina con el cese de ETA, por lo que no habría que relajarse, sino buscar el camino hacia la reconciliación y el reconocimiento de todas las víctimas, abordando la reparación por el daño causado "en la medida de lo posible". En este sentido, dedicó un toque de atención a la organización armada, a quien reclamó que pida perdón a los damnificados por su estrategia violenta. Un perdón que no excluiría la aplicación de la justicia. Además, el foro se ofreció para empujar a favor de la pacificación.

La asociación extendió su petición a través de un comunicado con el que no quiso ejercer presión ni incurrir en injerencia alguna, pero se dirigió a una organización "que ha causado tanto dolor" para que presente su perdón, y pidió que no se confunda el cese de ETA con el logro de la paz. "La desaparición de la violencia armada crea distensión tranquilizadora en las personas, sobre todo en las personas amenazadas, elimina un obstáculo determinante y prepara el terreno, pero todavía no es la construcción del edificio sólido de la paz", puntualizó el foro.

Además, destacó que la reconciliación pasa por "reconocer a todas las víctimas" en un camino a favor de la convivencia pacífica que se prevé "largo y laborioso", y apostó por un diagnóstico basado en el diálogo sereno y en la "verdad, no en ideologías, de la historia conflictiva que se ha vivido".

Sin venganza El foro postuló la necesidad de respetar y defender todos los derechos "de las personas y de las colectividades", y reclamó desactivar los mecanismos de "venganza". Por otra parte, participó de la "alegría mayoritariamente sentida por el cese definitivo de la actividad armada decretado por ETA" el 20 de octubre.