La diestra de los cincuenta megatones

Un derechazo. Velocidad de vértigo. Una pelota torcida que se le atraganta a Imanol López, un zaguero exquisito, un líder, leyenda. La diestra de Julen del Río, una amenaza terrible, ariete del gasteiztarra, que saca lustre a su poder con un pelotazo nervioso, eléctrico, cargado de dinamita, un Tomahawk desde que encesta la pelota hasta que amartilla el brazo y busca el fin último de la destrucción: el abismo, el apocalipsis, baja el telón de la sorpresa en el EuskoLabel Winter Series de cesta punta profesional, puntuable dentro de la Jai Alai League, y prende la mecha de un delirio en las gradas repletas. Thomas Urrutia, recién aparecido del frontón corto de Magic City, y el alavés rompieron este lunes los pronósticos ante Eñaut Urreisti y el veterano de Zumaia, favoritos al título y semifinalistas después de vencer en sus dos primeros envites. 

El aterrizaje del delantero de Donibane Garazi y el derechista de Gasteiz reveló que los amarillos también son humanos y tienen fisuras. Los de bronce, entretanto, se rearman en su estreno para afrontar un final de fiesta con opciones de entrar en las semifinales. Les quedan dos balas en el cargador, pero se jugarán las habichuelas en el último envite ante Barandika-Basque. 

Buen primer joko

Urrutia y Del Río gobernaron un partido con alma de toro salvaje, encabritado, en el que hubo momentos de éxtasis y nubarrones. El primer joko fue divertido y acabó con voltereta del lado guipuzcoano, mientras que el segundo, en cambio, estuvo trufado de errores, acusó el déficit de pelotazos y costó que los puntistas tomaran el brillo del esfuerzo. El desempate, con la emoción del 4-4 final, roto por un derechazo bestial de Del Río, fue la guinda al pastel. 

Se cobró caras y cruces Urreisti en el set inaugural para llenar de confianza el vaso de sus rivales. Se registraron empates en el primero, segundo, tercero, cuarto y quinto cartón antes de que alguna de las dos combinaciones tomara el control. Urrutia, un delantero nervioso y vivo, no pudo tampoco mostrar su catálogo. En ese escenario de caos, reinó López, eterno López. Dominaban el luminoso los bronces hasta el 12-14, pero un palo de Del Río abrió la puerta a que Imanol firmara dos tantos que marcaron la revuelta. 

La remontada

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Tras el paso de los vestuarios, los amarillos no consiguieron mantener el subidón. Clasificados para las semifinales, el encuentro era un mero trámite para ellos. Del Río dispuso de pelota con la derecha para bombardear a sus adversarios. Urrutia subió enteros y manifestó su clase. Hubo igualdad hasta el cartón 10. El 10-11 fue un inapelable dos paredes de Julen desde el cuadro doce y medio. Una barbaridad. El 12-13 fue una carambola de López. Un palo del zumaiarra y un cortadón sobre chapa del zaguero gasteiztarra puso la igualada global.

El desempate

El desempate comenzó con dos tantos amarillos, uno por barba, pero tres remates de Urrutia acabaron por merendarse la diferencia. De ahí en adelante, Del Río fue el protagonista. Cometió dos errores (el 3-3 fue forzado), pero también sacó lustre a la derecha de los cincuenta megatones.