gORKA 22-18 JAKA
Duración: 55:10 minutos de juego.
Saques: 4 de Gorka (tantos 6, 9, 19 y 21) y 2 de Jaka (tantos 7 y 8).
Pelotazos: 282 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 8 de Gorka y 10 de Jaka.
Errores: 4 de Gorka y 8 de Jaka.
Pasa del Cuatro y Medio: 2 de Gorka.
Marcador: 1-1, 1-2, 2-2, 2-3, 3-4, 4-4, 4-5, 5-12, 7-13, 8-13, 10-14, 11-14, 11-15, 12-15, 15-15, 15-16, 16-17, 16-18, 18-18, 22-18.
Botilleros: Ejercieron de botilleros Goyo Hernando (con Gorka Esteban) e Iraitz Olaetxea (con Erik Jaka).
Incidencias: : Final del Cuatro y Medio de Segunda disputado en el frontón Adarraga de Logroño. 680 espectadores.
BILBAO - A Gorka Esteban, emocionado, se le cortaban las palabras y no podía hablar cuando ya había terminado la batalla del Adarraga, en la que él salía vencedor y Erik Jaka, con todo el partido de cara, se ahogaba en la orilla. Sabía el delantero de Ezcaray lo que le había costado llegar hasta allí, hasta el primer peldaño del podio, con el picor de la lana en la cabeza y saboreando el triunfo: la dulzura de llegar a Primera, de estar entre los mejores el año que viene. Se le encogió la garganta mientras miraba al horizonte y degustaba cómo el frontón riojano le miraba a él, solo a él, y le empujaba. El cambio de chip, ese de no sufrir, de no agobiarse, parece que le surtió efecto.
Y más con todo el viento en contra, los nervios revoloteándole en el estómago y un Erik Jaka explosivo de salida. Y es que, nada podía ir peor al primer descanso de la tele. El 4-12 marcaba las diferencias entre el lizartzarra, explosivo con la volea, y su contrincante. Gorka asomaba maniatado, sin norte, atropellado por sí mismo y su contrincante.
Pero tras el descanso, en el momento en el que lo necesitaba, llegó el despertar riojano y el desplome del lizar-tzarra, que vio cómo venía el lobo y se le acercaba a cada segundo; hasta que le olió la yugular y le pegó el golpe de gracia a la txapela. Gorka era el animal y las condiciones físicas el ariete del triunfo. También su forma de leer el partido, con todo perdido, en vez de lanzarse al debate corto, buscó el pelotazo largo, arropó a Jaka por la pared y fue trabajando. Tardó en igualar hasta el tanto quince, pero a Erik se le empezaba a deshilachar la final. A base de velocidad por pared, cargas de profundidad y dominio en el peloteo, a Gorka se le allanó la distancia. Una volea salvó momentáneamente de la quema a Erik y un dos paredes arriesgado le hizo soñar, pero no pudo volver a sumar desde el 16-18. Estaba ahogado. El de Ezcaray acabó más entero y físicamente mejor. Le dejó en 18 tras todo un partido por detrás. Dos saques le auparon y Jaka se diluyó en una final muy dura. A Gorka solo le fallaron las palabras.