bilbao. Las dudas rodeaban el encuentro entre Aimar Olaizola y Juan Martínez de Irujo como las intrincadas raíces de un viejo árbol centenario. Lo atrapaban antes de cualquier suspiro dentro de la cancha. Era capital, y se vio en las apuestas de salida que fueron de 100 a 40 para el menor de la saga pelotazale de Goizueta, el estado del dedo índice del huracán de Ibero, porque era toda una incertidumbre su respuesta en su primer partido del Cuatro y Medio; solo él podría masticar cómo amanecería en la jaula ante el mayor especialista de la historia en la distancia. Y, para más inri, dentro del calentamiento, una saeta más al Clásico, el goizuetarra se tocaba el muslo izquierdo: "Cargado". El abductor le empezaba a dar guerra cuando ni siquiera había dado un pelotazo.
Y entre las dudas y los suspiros, Olaizola II ni se inmutó. Tras el primer tanto, que dirimió en el txoko tras llevar de manera espectacular un saque-remate de Irujo, no quedaba ni una sola incertidumbre. Doce pelotazos a pleno rendimiento, a favor o a contracorriente, pero a pleno pulmón. Roto el pánico al folio en blanco, como dicen algunos escritores; muerto el miedo escénico, Aimar rebuscó en su mayor arma para encontrarse con un encuentro que se le puso de cara muy pronto, pero siempre por gracia y obra de su capacidad para defender, del saque afilado que mostró y, sobre todo, de su zurda, que, según dijo en la elección de material, aún no gozaba de toda la confianza de otras ocasiones. Aun así, con la izquierda destrozó a Irujo rematando y encontrando las líneas. Sin fallar apenas en un tramo mágico. A pesar de todo, de que el abductor se cargaba más y más, Olaizola alcanzó el 14-3 y contemporizó, por si acaso. No quería que virase al azul más profundo el gesto del partido.
De todos modos, Irujo sacó buenas conclusiones del encuentro. Cuando la historia era una sangría en su contra y las sensaciones eran de debacle monumental ante la tormenta de Aimar, el amor propio de un guerrillero de las canchas, de Irujo, de sangre tan caliente como un volcán, le lanzó a su propia efervescencia. Llegando al punto de ebullición con el 15-5, cuando Irujo echó un gancho que pisó línea y debatió acaloradamente con los jueces acerca de su decisión. En vez de diluirse tras la polémica, se rehizo. Restañó las heridas y comenzó a lamérselas moviendo a Aimar y exhibiendo el gancho de zurda, explosivo.
Sin embargo, si hay algo que tiene Olaizola II es que es como un reloj suizo, apenas falla. Y con una renta tan jugosa dentro de su distancia, no iba a ser menos. Además, si atacando es un portento, defendiendo lo es aún más. Ayer en el frontón Bizkaia de Bilbao aguantó los momentos más críticos, en los que Irujo apuró el ancho, a base de constancia, velocidad e intuición. Parece que todo lo hace bien. Quizás no dé la sensación de ser un velocista, pero es rapidísimo y salvó tantos con pelota pasada que fueron clave para el devenir del partido.
No obstante, Irujo abrió gas y metió un punto más de ritmo. Tenía que sumar para, por lo menos, seguir con opciones en el tanteo final de cara a semifinales. Y le salió bien, ya que poco a poco el abductor de su rival le ayudó. Alcanzó el cartón trece y ahí se quedó, porque en el reparto de golpes, la brecha ya abierta era una losa enorme. Perdió, pero se quedó con mejor sabor de boca que la que había dejado esta semana de convulsión. Ahora, Aimar Olaizola, el rival a batir dentro del Cuatro y Medio, ya tiene su primer punto, pero aún dudas por la sobrecarga. Los médicos son positivos al no "haber sido un pinchazo fuerte".
Duración: 44:41 minutos de juego.
Saques: 3 de Olaizola II (tantos 7, 9 y 21).
Faltas de saque: 1 de Olaizola II.
Pasas del Cuatro y Medio: Ninguna.
Pelotazos: 200 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 13 de Olaizola II y 9 de Martínez de Irujo.
Errores: 3 de Olaizola II y 5 de Martínez de Irujo.
Marcador: 1-0, 3-1, 4-2, 13-3, 14-3, 14-4, 15-5, 15-6, 16-6, 17-7, 18-10, 19-11, 20-11, 21-12 y 22-13.
Botilleros: Ejercieron de botilleros Asier Olaizola (con su hermano Aimar Olaizola) y Patxi Eugi (con su Juan Martínez de Irujo).
Apuestas: De salida se cantaron posturas de 100 a 40 favorables a Olaizola II.
Incidencias: Partido correspondiente a la liguilla de cuartos de final del grupo 1 del Cuatro y Medio de Primera de la LEP.M disputado en el frontón Bizkaia de Bilbao. Algo menos de media entrada. 1200 personas.