Duración: 1h 09:21 minutos de juego.
Saques: 2 de Titín III y 4 de Berasaluze VIII.
Pelotazos: 465 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 6 Titín III, 3 de Merino II, 10 de Berasaluze VIII y 3 de Albisu.
Errores: 3 Titín III, 2 de Merino II, 2 de Berasaluze VIII y 1 de Albisu.
Marcador: 1-4, 3-5, 4-7, 9-8, 10-8, 10-9, 11-10, 11-11, 12-12, 12-13, 13-19, 14-20 y 14-22.
Botilleros: Joaquín Plaza acompañó desde la silla a Titín III y Merino II; mientras que José Ángel Balanza 'Gorostiza' hizo lo propio con Berasaluze VIII y Albisu.
Incidencias: 1.600 personas en el frontón Bizkaia de Bilbao.
bilbao. Levantado, en pie, el público aclamaba al ídolo local, Pablo Berasaluze, Berasaluze VIII -II, a partir del próximo envite-. Decían más de 1.500 gargantas: "¡Pablo, Pablo!". Porque el berriztarra, artista, marcó con letras de oro su nombre en una contienda a cara de perro en el que relució con muchos quilates un Jon Ander Albisu grande, enorme. Si Pablo fue leyenda por estilista, el de Ataun se autonombró héroe de guerra por su brillante sencillez a la hora de pegar, dominar, mandar y cubrir. Qué fácil se le da arrastrar el brazo y castigar duro a sus contrincantes, sobre todo cuando no le tiembla el pulso. Y aunque ayer era un día de esos en los que lo más fácil es que las piernas digan basta, por la tensión del encuentro, el cruce ante los campeones y la imposibilidad de contar con un as bajo la manga, hizo Jon Ander un partidazo. Ante todos estos factores, que en caso de bluff hubieran servido de atenuantes, hizo all in el guipuzcoano, quemándose al poner toda la carne en el asador y reinando al pegar a medio frontis. Apenas dudó el de Ataun frente a Merino II, con una zurda privilegiada, al que puso contra las cuerdas durante mucho tiempo en un asalto de zagueros precioso. Se batieron el cobre y Albisu salió vencedor. Cada dentellada de Jon Ander, cada latigazo, castigó a David, que jugó muy a gusto con sus pelotas.
Necesitaba el guardaespaldas guipuzcoano este triunfo, quien en la previa contaba a DEIA que "si ganamos, cerraremos muchas bocas". Pues bien, la mayoría seguirán abiertas por el despliegue y la sobriedad mostrada. Apenas regaló pelota, no limpió colchones y salió con una sonrisa. Lo necesitaba. Y más cuando todas las miradas escudriñaban su juego. Fue el mejor del partido, eso es incontestable.
También le ayudó comenzar con un 0-4 de salida, engatillando a la perfección el cuero y sin dudar. No buscó la última loseta Jon Ander para saltar a Titín III, le bastó con imprimir fuerza a medio frontis y esperar acontecimientos. Además, Berasaluze aprovechó dos saques y dos dominios de su zaguero en los que cogió pelota delante para abrir la primera brecha. Así las cosas, la moral duró poco, porque sus contrincantes, el acorazado riojano, tienen un pulso competitivo inquebrantable. Pablo falló enredando y dos errores de Jon Ander -uno fue al colchón de arriba con la derecha y el otro fue un saque de llevar- pusieron pimienta al tema.
Cuando apretaba el runrún sobre el guipuzcoano, una pelota atrás atrapó a Merino II a pared. Cambiaron de material los azules y abrieron otra fisura. 3-7. Sin embargo, Titín III inició la revuelta en vanguardia. Allí donde todo apuntaba a ser su batalla cruenta, su Vietnam, con el público pitando sus saques de forma demasiado exagerada y sus rivales enchufadísimos, el delantero de Tricio le planteó con sus pelotas una nueva vuelta de tuerca a Pablito y Albisu. Enredó delante y, con cueros de bote y salida, aprovechó David para evitar los mordiscos en la delantera. Albisu, solidísimo, duró en el bombardeo lo suficiente para acumular méritos, pero los cartones corrían en contra. Lo que era un 3-7 pasó a ser un 9-7 y un nudo en la garganta.
Y Pablo entró en el juego de Augusto, que se creció en el cuerpo a cuerpo delante del cuatro, y llevó a su terreno a un artista. Chocaron dos arquitectos delante y dos trenes detrás para ver quién dominaba y quién abría hueco para su puntillero.
un rebote y una dejada Los cartones se abrazaban con el 10-9 y el tembleque amenazaba con romper el duelo. Pablo, entonces, amagó y bailó cerca del frontis con Titín. Merino cubrió el hueco y una pelota franca de Albisu acabó en el rebote. Algo genial. Pero tenía Jon Ander una bala en la recámara a pesar de la tensión. Una dejada en la punta cuando parecía que iba a desmontar el frontis de un pelotazo. Fue la guinda. Nadie se lo creía. Y la sombra del de Ataun creció tanto que, tras el 12-12 en el que Pablo se equivocó al hacer una parada al txoko -algo raro- que se le quedó demasiado alta y Titín lo aprovechó con la volea, solo hubo un color. Ahí, al de Berriz le dio un tirón en el cuello y se retiró al vestuario, donde sufrió varios mareos.
Tras incorporarse el vizcano, hubo un paseo militar. Jon Ander terminó el encuentro tan sólido como empezó, controlando cada momento de la contienda y Pablo... ¡Qué decir! Salió rabioso y con las ideas claras: Una pelota fuerte le dio la oportunidad a Albisu de arrasar con Merino II y el vizcaino evitó lanzarse al cuerpo a cuerpo, lo que quitó profundidad a Titín III y dio alas al mago de Berriz, que acabó de forma apoteósica con una tacada de 2-10.