Hay personas que nacen con la estrella, la gran virtud de poder ser absolutamente brillantes en varias disciplinas. El ajedrecista noruego Simen Agdestein es un ejemplo de ello, ya que ha llegado a ser internacional con su país tanto en ajedrez como en fútbol. Además, ha despuntado como profesor de ajedrez llegando a ser el mentor de Magnus Carlsen, uno de los mejores jugadores de ajedrez de la historia. Estos días está compitiendo en el Open Internacional de Sestao, torneo al que ha acudido junto a una decena de alumnos. “Es la segunda vez que estoy aquí en Bizkaia, hace diez años vine al Campeonato de Europa y ésta vez vengo más como profesor con un grupo de alumnos”, reconoce Agdestein.

Desde muy pequeño este noruego de 58 años mostró su pericia tanto con las torres y los alfiles como con el balón. “Aunque me gustaba más el ajedrez, al final me decanté más por el fútbol porque lo consideraba un deporte más social”, asegura Agdestein, quien, además, lleva 33 años de columnista para un periódico noruego. El hecho de centrarse en el balompié no le impidió seguir progresando a ritmo fulgurante en el ajedrez, dándose la circunstancia de que, en plena adolescencia, representó a su país tanto en ajedrez como en fútbol. Mientras crecía en las categorías inferiores del Lyn, Agdestein fue campeón de Noruega de ajedrez con tan sólo 15 años. Ese fue el primero de los nueve campeonatos que tiene y ya en 1986 fue subcampeón del mundo junior y a los 18 ya era gran maestro. Pero la carrera futbolística como delantero también iba viento en popa gracias a su buen rendimiento en el Lyn y tras pasar por las selecciones sub-19 y sub-21 de Noruega, llegó a ser internacional absoluto. Fue en octubre de 1988 cuando este espigado atacante de 1,88 de altura debutó con su selección frente a la Italia de Maldini, Baresi, Bergomi y Zenga entre otros. En punta le acompañó en aquel partido Goran Sorloth, padre del actual jugador del Atlético de Madrid. “Fue una experiencia muy bonita a la que doy mucho más valor hoy del que le di por aquel entonces”, apunta Agdestein. Tras esa ocasión, defendió la selección en siete partidos más y llegó a marcar un gol. Él fue uno de los que abrió el camino a otros grandes delanteros noruegos como Tore Andre Flo, John Carew, Rushfeldt y, actualmente, Haaland y Sorloth.

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Pero todo se truncó por una terrible lesión de rodilla que hizo que, en 1992, tuviese que retirarse a los 25 años. “Fue mucho más que una lesión de rodilla. No podía mover los brazos, no podía concentrarme... Me tuve que retirar y me convertí en una persona más familiar. En esos momentos no pensaba en ser profesional del ajedrez”, reconoce Agdestein.

En esos duros momentos dio comienzo su carrera como profesor de ajedrez. No tardó demasiado tiempo en despuntar como profesor porque en 1997 cayó en sus manos un jovencísimo Magnus Carlsen. “A Magnus se le vio desde el primer momento que era un supertalento. Su potencial era muy obvio y había que trabajarlo porque el ajedrez es trabajo, trabajo y trabajo. La verdad es que miro su trayectoria con mucha alegría y orgullo”, asegura Agdestein. Mientras pulía un diamante en bruto como Carlsen, Agdestein volvía a la senda del triunfo en el ajedrez profesional para dar continuidad a una carrera en la que ha representado a Noruega en siete ocasiones en las Olimpiadas de Ajedrez. “Creo que ya he llegado al punto más alto de mi juego, ahora estoy ya en la cuesta abajo”, señala entre risas este hombre de 58 años que da clases a cerca de 200 jóvenes ajedrecistas. “En Noruega tenemos jóvenes de entre 8 y 11 años que juegan muy bien, son muy buenos”, apunta. ¿Será alguno el nuevo Carlsen?. “Definitivamente no, porque Magnus Carlsen es único”, señala Agdestein, quien mantiene la llama del fútbol, el deporte en el que fue profesional e internacional. “¿Juega este fin de semana el Athletic en casa? Si es así, sería una muy buena oportunidad para verles. Les vi hace 10 años en Ucrania contra el Shakhtar, fue un 0-1 que no fue muy espectacular”, recuerda Simen Agdestein, un talento entre alfiles y torres y, también lo fue ante defensas.