La jovencísima nadadora china Zidi Yu, de tan solo 12 años, igualó el récord de precocidad de la danesa Inge Sorensen, que, con la misma edad, subió al podio en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, tras colgarse ayer la medalla de bronce en el relevo de 4x200 libre en los Mundiales de Singapur. Pese a que Yu no participó en la final, sí nadó en las preliminares, donde fue la encargada de lanzar al cuarteto chino, por lo que formalmente será medallista en la prueba del relevo largo.
Un podio que Zidi Yu, que no cumplirá los 13 años hasta el próximo mes de octubre, ya había rozado hasta en dos ocasiones en estos Mundiales de Singapur tras ser cuarta tanto en los 200 estilos como en los 200 mariposa.
Si el lunes la nadadora china se quedó a tan solo 6 centésimas de la medalla de bronce en la final de la prueba corta de relevos, este jueves Yu volvió a rozar los metales tras concluir a 31 centésimas del bronce en la final del doble hectómetro mariposa.
Un bronce que finalmente conquistó como integrante del equipo del relevo 4x200 libre, lo que permitió a Yu igualar el récord de precocidad de la danesa Inge Sorensen, que, con 12 años y 23 días, consiguió la medalla de bronce en la final de los 200 braza en los Juegos Olímpicos de Berlín.
Toda una gesta que permitirá a Zu, que buscará alcanzar el próximo domingo su tercera final en Singapur en los 400 estilos, seguir la estela de otras estrellas adolescentes de la natación.
Jóvenes como la japonesa Kyoko Iwasaki, que, con 14 años, se proclamó campeona olímpica de los 200 braza en los Juegos de Barcelona 1992, la misma edad con la que contaba la húngara Krisztina Egerszegi cuando ganó un oro –200 espalda– y una plata –100 espalda– en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
Un año más tuvo que esperar la estadounidense Katie Ledecky, la nadadora con más medallas de oro en Juegos Olímpicos y Mundiales, para ganar su primer título olímpico en los Juegos de Londres 2012 con 15 años y 139 días.
Lista a la que suma ahora la joven china Zidi Yu, que a sus 12 años se ha convertido ya en toda una estrella planetaria con su actuación en estos Mundiales de Singapur.
Oro amargo
Por su parte, pocas veces una medalla de oro habrá dejado un sabor tan agridulce como el ganado por la canadiense Summer McIntosh en la final de los 200 mariposa de los Mundiales de Singapur, después de quedarse a 18 centésimas del récord del mundo, su objetivo declarado en la ciudad asiática. Récord del mundo que Summer McIntosh pareció tener a su alcance cuando a falta de los últimos 50 metros nada 20 centésimas por debajo del legendario récord del mundo -2:01.81- de la china Zige Liu, vigente desde octubre de 2009, el más antiguo de la natación femenina.
Pero, como reconoció la propia McIntosh, de 18 años, nada más salir de la piscina “perdió el estilo en los últimos 15 metros” y eso le impidió rebajar la plusmarca. Una pequeña decepción que no impidió a la norteamericana sumar su tercer oro en los 200 mariposa, tras los logrados en 2022 en Budapest y en 2023 en la ciudad japonesa de Fukuoka.
Tampoco pudo establecer una nueva plusmarca universal el francés Leon Marchand que pareció acusar en la final de los 200 estilos el esfuerzo que hizo veinticuatro horas antes para pulverizar el legendario récord del mundo de Ryan Lochte con unos estratosféricos 1:52.69 minutos. Una plusmarca de la que Marchand se quedó a 99 centésimas, tras nadar en un tiempo de 1:53.68.
Quien sí adornó con un récord su victoria en el Arena de Singapur fue el rumano David Popovici, que estableció una nueva plusmarca europea de los 100 libre, tras colgarse la medalla de oro con un tiempo de 46.51 segundos.