Carlos Alcaraz pasó con éxito el peor trago de su carrera hasta ahora, como era enfrentarse a Rafa Nadal, su gran ídolo, en uno de los últimos partidos de la carrera del balear. La multimillonaria exhibición Six Kings Slam de Riad provocó este duelo, el cuarto entre ambos, que cayó del lado del murciano por 6-3 y 6-3 para igualar el balance particular a dos victorias. El respeto mutuo, casi la solemnidad del momento, dejaron un partido en el que apenas se celebraron en la pista los buenos puntos, que los hubo, también por el lado de un Nadal al que la falta de ritmo le coloca por debajo del nivel actual de Alcaraz. El de El Palmar se mostró más contenido que de costumbre, no hizo un gesto de más y trató el partido con la seriedad debida para no convertirlo en algo para la galería sin más.

El caso es que Alcaraz jugará el domingo la final de este invento saudí ante Jannik Sinner, con un premio de seis millones de dólares para el ganador. El italiano venció a Djokovic tras casi tres horas de durísima batalla. Pero antes habrá la oportunidad de ver un último Nadal-Djokovic, el partido de tenis más repetido de la historia, que ya no se verá más. Los dos mejores de la historia, con permiso de Federer, harán de teloneros de los dos tenistas que dominarán el futuro. No podía tener mejor guion esta Six Kings Slam.