Estirar con vistas a la ría del Nervión, un café en los bares de la zona antes de la batalla, ingesta de geles y aplicación de cremas para calentar los músculos, un poco de trote para calentar y, lo que no puede faltar, el selfie o foto de rigor ante la atenta mirada de un monumento histórico como el Puente Bizkaia, patrimonio de la humanidad y sede de auténtico lujo para la carrera Las Arenas-Bilbao. Una prueba casi igual de célebre en la que el ambiente previo es una auténtica gozada y una verdadera fiesta del atletismo. Y si el tiempo acompaña, más si cabe. Así sucedió ayer con una temperatura que rondaba los 17 grados en pleno enero. Todo un paseo primaveral por la ría para los cerca de 1.600 participantes si no hubiera sido por el viento en contra, que les puso contra las cuerdas en gran parte del recorrido.

“El viento hoy nos va a hacer polvo, lo vamos a tener encima toda la carrera. A ver si se quita y nos deja tranquilos”, avisaban dos atletas posicionados en los primeros puestos de la línea de salida. Era el comentario generalizado entre bastidores. Todos apreciaban el magnífico día, pero temían el sobreesfuerzo que implicaba el tener a un enemigo tan poderoso en carrera como el viento. No se equivocaban.

Una vez que la unidad motorizada de la Ertzaintza abrió el camino, a las 10.30 horas se dio el pistoletazo de salida. Pronto se formó un grupo de atletas en cabeza con muchas piernas que endureció el ritmo. Y es que está histórica cita del atletismo –que una edición más estuvo patrocinada por DEIA– aúna a corredores de nivel con personas que acuden a disfrutar de una jornada deportiva sin importar la clasificación. Es la magia de esta carrera que se remonta a 1930, la segunda más antigua del Estado tras la Jean Bouin catalana, y que tras varias interrupciones, comenzó su andadura moderna en 1995.

En este sentido, este año presentaba una novedad en su recorrido debido a la construcción del bidegorri que transcurre en paralelo a la ría a la altura de Leioa. Por eso a los pocos metros de tomar la salida los corredores se vieron obligados a desviarse unos metros por la dársena de Lamiako para regresar de nuevo al recorrido habitual. Un cambio que implica unos metros más de recorrido pero que los participantes asumieron con naturalidad. Aquí se viene a disfrutar pero también a exigirse y sufrir, debieron pensar.

“El viento pegaba de cara”

A la capital vizcaina entraron por el barrio de San Inazio, donde estaba ubicado un puesto de avituallamiento en la curva de Elorrieta. Después siguieron por Zarandoa, Camino de Morgan y Ballets Olaeta para después ascender al Puente de Euskalduna. Precisamente allí se desataron las hostilidades en el grupo de cabeza formado por Antton Belaustegi, Axel Beci y Kristian Quintans. Después de lanzarse varios ataques, el que demostró mayor fortaleza en sus piernas fue Antton, integrante del club Amanderri de Lekeitio, que consiguió descolgar a sus oponentes con jerarquía y se marchó en solitario hasta la línea de meta ubicada en el Paseo de Uribitarte, justo enfrente del Ayuntamiento de Bilbao. El lekeitiarra alzó los brazos con tranquilidad para disfrutar de su merecida victoria en una soleada mañana. Sin embargo, tras cruzar la línea de meta no dudó en reconocer la valía de sus oponentes que le hicieron dar lo mejor de sí mismo. “Ha sido muy duro porque el viento pegaba fuerte de cara”, manifestó.

Por su parte, la primera mujer en cruzar la línea de meta fue la baracaldesa Irune López, que se deslizó sobre el asfalto urbano entre Getxo y Bilbao como cuando hacía ballet. Su llegada al mundo del atletismo impulsada por su pasión por la bicicleta y el running se produjo hace apenas un año, pero en poco tiempo está cosechando importantes resultados, incluso a pesar de estar recién recuperada de una lesión. “He venido a probarme porque llevo un mes lesionada y ahora empiezo con las pruebas de triatlón. Quería ver si estaba bien y parece que sí”, reconoció satisfecha la atleta  del Osasunalde Garendi MTK de Galdakao y del Hiruko Triatloi Taldea de Barakaldo. Respecto al protagonismo del viento, que sopló “sobre todo sur, pero de todos lados” apuntó que pudo minimizar su impacto “resguardada con un grupo de chicos” hasta culminar una gran actuación que le permitirán encarar con mayor moral sus próximos desafíos.

Clasificaciones

Categoría masculina

1. Antton Belaustegi 41:07

2. Axel Beci a 21”

3. Kristian Quintans a 23”

Categoría femenina

1. Irune López 48:17

2. Enara Oronoz a 49”

3. Itsaso Gangoitia a 1:32