Nueva Zelanda se clasificó anoche para la final del Mundial de Rugby tras ganar con claridad (6-44) a una Argentina que mostró orgullo pero no pudo frenar la gran superioridad de los All Blacks en todos los ámbitos del juego. Los neozelandeses, que se mostraron muy superiores durante casi todo el encuentro, especialmente en el segundo tiempo, continuaron con su ilustre tradición y se clasificaron para su quinta final en diez mundiales. En las cuatro anteriores lograron tres títulos y un subcampeonato.

Los Pumas mantuvieron la intensidad que les había llevado hasta aquí, pero cometieron errores en ajustes defensivos y no lograron anotar un ensayo. Un balance claramente insuficiente ante un equipo que juega al rugby con mucha calidad y oficio, pero también con el orgullo de llevar la legendaria camiseta negra. A pesar de todo, el encuentro comenzó con dominio de la albiceleste, que se adelantó en el marcador, con un golpe de castigo transformado por Boffelli en el minuto 5.

Pero los All Blacks se rehicieron rápidamente. Tras una presión intensa de su pack que les llevó a centímetros de la línea de ensayo, un gran pase por alto al flanco derecho permitió a Jordan anotar. Richie Mo’unga transformó el ensayo. Para el minuto 17 Jordie Barrett anotó el segundo ensayo, aunque esta vez Mo’unga falló su golpe de transformación (3-13). Y eso que Argentina no se rendía, con buen juego de mano y su energía proverbial. Pero a Los Pumas les costaba franquear la línea de 22 rival, ante la tremenda presión defensiva de los tricampeones del mundo, que venían de apear en cuartos a la actual número uno del ránking, Irlanda. Aún así, la presión albiceleste terminó por dar fruto. Tras rozar el ensayo, que se quedó a apenas unos centímetros, un nuevo golpe de castigo de Boffelli puso el 6-12 en el marcador.

Con 6-20 el encuentro se fue al descanso. Aaron Smith anotó un ensayó ya en el 42 tras un scrum del que su equipo salió con ventaja. La transformación sí llegó esta vez para Mo’unga. Fue el principio del festival kiwi en el segundo acto. En el 49 Frizell anotó su segundo ensayo tras otra presión asfixiante, que los argentinos frenaron todo lo que pudieron mientras les duró la energía. Mo’unga puso el 6-34. Jordan enlazó dos ensayos, el último de ellos tras un espectacular contraataque. Aunque el irregular Mo’unga volvió a fallar (cuatro patadas convertidas de ocho intentos), Nueva Zelanda marchaba con un ritmo implacable hacia su quinta final. Esta noche, Sudáfrica e Inglaterra se juegan la otra plaza.