Novak Djokovic y Stefanos Tsitsipas jugarán mañana la final del Abierto de Australia, cumpliendo con el pronóstico que se impuso en Melbourne cuando ambos quedaron como principales cabezas de serie en la segunda semana. Será la segunda vez que el serbio y el heleno se enfrenten por un título grande después de hacerlo en 2021 en Roland Garros en un partido en el que Djokovic remontó dos sets en contra para lograr su segundo título en París. Desde entonces, Tsitsipas, que había perdido en tres ocasiones en semifinales en Melbourne, no ha vuelto a una final de Grand Slam y ahora puede llegar su momento. Como premio añadido, el ganador será número 1 de mundo, desbancando a Carlos Alcaraz, que se ha perdido la cita australiana.

“Fui número 1 como junior y lo que quiero ser como profesional”, comentó el jugador ateniense después de imponerse a Karen Khachanov en cuatro sets (7-6, 6-4, 6-7 y 6-3) en un duelo disputado bajo un fuerte calor. Tsitsipas llega a esta final con diez victorias consecutivas desde que empezó el año, algo que él atribuye a estar “jugando un gran tenis, estoy disfrutando. Simplemente no veo ningún inconveniente o negatividad en lo que estoy intentando hacer en pista”. Ayudado ahora por el ex jugador australiano de origen griego Mark Philipoussis, el tenista de Atenas dice que se siente “mejor preparado que nunca” para afrontar una final grande. “Todo empieza con la confianza en cuáles son tus capacidades y qué puedes hacer en pista. La frustración se acumula también cuando te sientes mal con tu juego, pero tengo una buena relación conmigo mismo en la pista. También es gracias a la experiencia al mismo tiempo”, añadió.

Pero delante tendrá a alguien que pugna por levantar su décimo trofeo en la Rod Laver Arena y ser el jugador con más títulos de Grand Slam. Si gana mañana, Djokovic igualará los 22 de Rafa Nadal y en ello va a poner todo su empeño. “Es exactamente lo que me imaginé y lo que deseaba una vez llegué a Australia, tenía la intención de colocarme en posición de luchar por otro título. La experiencia de haber estado en esta situación particular me ayuda y el hecho de que jamás he perdido una final del Open de Australia supone un gran empujón de confianza”, admitió el tenista de Belgrado.

Impecable bajo presión

Djokovic no ha perdido ningún set en los tres últimos partidos y en su semifinal ante Tommy Paul no dio opción al estadounidense, salvó en un tramo del primer set, cuando se pasó de un 5-1 a un 5-5. Al final, el serbio se impuso por 7-5, 6-1 y 6-2 en otro triunfo que pareció rutinario. “No me ha dejado hacer mi juego en ningún momento”, resumió Paul tras su primera semifinal en un Grand Slam. Djokovic superó esa crisis “física y emocional” con autoridad y oficio ya que “en partidos a cinco sets siempre tienes que esperar que te vengan ratos de problemas”.

Por eso, la superioridad de Djokovic en la segunda semana de este Abierto de Australia y su vastísima experiencia no le eximen de estar alerta porque “Tsitsipas está en un gran momento de juego y nos conocemos mucho”. “No creo que este torneo sea diferente en lo que a estrés se refiere con respecto a otros Grand Slams que ya he jugado. Sé que cada uno de ellos es una oportunidad de oro para conseguir un nuevo título ya que, en realidad, no sé cuántas más oportunidades tendré en el futuro. Por supuesto que siento la presión. Siento estrés y nervios, como cualquier otro jugador”, aseguró.