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Efrén Vázquez: “Mi carrera deportiva vuelve a comenzar”

Efrén Vázquez deja atrás ocho años en el Mundial de Moto3 con un último curso “difícil” por la “mala suerte” para dar el salto a Moto2, donde su meta es puntuar

Efrén Vázquez: “Mi carrera deportiva vuelve a comenzar”

bilbao- El piloto bilbaino, de 29 años, máximo exponente vasco en el Campeonato del Mundo de Motociclismo, reposa el cuerpo tras el accidente del Gran Premio de Valencia, donde cerró con amargura la temporada 2015 y también su etapa en la categoría pequeña. Dice afrontar ahora un renacimiento deportivo ascendiendo en una nueva cilindrada, la intermedia que es Moto2, en la que encara su octavo proyecto deportivo. Lo hace en el equipo italiano Iodaracing, a lomos de una moto con chasis Suter que se fabricará nueva para la próxima campaña y vive lejos de los resultados con los que en 2012 el esqueleto suizo coronó a Marc Márquez en Moto2. El objetivo de Efrén será tratar de devolver la competitividad.

Ha cerrado su octava temporada completa en el Mundial. ¿Qué adjetivo pondría para definir 2015?

-Difícil. Ha sido un año sobre todo difícil, porque creo que hemos hecho las cosas muy bien, como para luchar por el título o por los puestos de honor del campeonato, pero hemos tenido muchísima mala suerte. Simplemente con las carreras que hemos terminado por los suelos gracias a errores de otros pilotos, la historia podría haber cambiado bastante.

Y ha terminado octavo, por lo que entonces considera que se le ha escapado una oportunidad.

-Está claro. En Le Mans me tiró Jorge Martín; en Mugello me tiró Hanika; en Malasia me tiró Ono, y en Valencia, en la última curva, me tiró Antonelli. Esas cuatro caídas nos han hecho perder más de 50 o 60 puntos y luego hemos tenido más mala suerte: en Indianápolis, con el infortunio de los neumáticos con los mecánicos; el infortunio de Holanda al terminar yo por el suelo; en Misano se rompió el cambio, se enganchó y me caí... Quitando todas estas carreras creo que hemos estado siempre entre los cinco primeros. Quizás luchar por el campeonato estaba más complicado, pero podríamos haber luchado al menos por la tercera plaza.

Comenzó el año con una cuarta posición sin haber hecho la pretemporada y luego llegaron dos podios. El inicio fue esperanzador.

-Sin haber podido preparar el año, las cosas fueron bastante bien. En Catar rozamos el podio e incluso la victoria; en Austin hicimos terceros saliendo muy atrás; en Argentina, segundos... El nivel al inicio del campeonato fue muy bueno, pero por cuestiones de mala fortuna se torcieron las cosas. Así como en 2014 puntuamos en todas las carreras menos en una, este año ha sido más difícil.

Ha sumado cinco podios, elevando a 16 los que posee, pero ha sumado más ceros que cualquier otro año, siete. ¿Lo achaca a la mala fortuna?

-Es que si lo valoras, ha sido así. Si te tiran en cuatro carreras, en otra un error de los mecánicos te hace perder minuto y medio en el cambio de los neumáticos, en Misano se te rompe el cambio y la moto queda en punto muerto y te vas al suelo, y tienes un error que realmente ha sido mío, que fue en Holanda, cuando me caí, la mala fortuna está ahí. Muchas veces digo que si te caes es porque ha sido un error, y en Holanda cometimos un error, pero luego hay caídas en las que el problema no hemos sido nosotros.

¿Con qué se queda de 2015?

-Que en la última carrera hemos luchado por la victoria hasta la última curva. Despedir una etapa de una carrera deportiva luchando de esta manera dice de la mentalidad y el objetivo que hemos tenido.

¿Y qué le ha faltado a usted?

-Sobre todo, hacer kilómetros. El invierno empezó torcido, cuando me caí en Valencia en los primeros entrenamientos, lo que fue producto de otro fallo. No es por justificar las caídas o no sé cómo decirlo, pero después de cinco caídas de Danny (Kent) en tres días de entrenos en Jerez, el equipo se dio cuenta de que los calentadores de la moto no estaban a la temperatura que marcaba y cuando se solucionó eso, se solucionaron los problemas. Tuve la mala suerte de que en mi única caída me hice mucho daño en el pie. No hacer kilómetros hasta la primera carrera es un gran problema de puesta a punto.

2015 cierra un ciclo. Deja Moto3 por el límite de edad. ¿Cambiaría algo de sus ocho años de paso por la categoría pequeña del Mundial?

-Sí. Quizás si hubiese hecho un planteamiento diferente en los primeros años, desde 125. Ojalá pudiera volver a 2008 sabiendo lo que sé ahora, ya no solo deportivamente, también a nivel de trato con la gente y de negociaciones con los equipos. Creo que hubiésemos avanzado muchísimo más y que los primeros años hubiese podido dar un salto de calidad más importante, y quizás no estaríamos ahora mismo hablando de 16 podios, sino de bastantes más.

Da un salto de categoría obligado. ¿Se ve como un piloto para Moto2?

-El tiempo lo dirá. Creo que puedo ir rápido con cualquier tipo de moto. La única exigencia grande que hay en Moto2 es que está todo muy igualado y hay pilotos que, a pesar de que el reglamento cada año capa más el kilometraje de los pilotos, las posibilidades de entrenar, hay pilotos que todas esas cosas ya se las han llevado. Es el caso de un montón de ellos que llevan mucho tiempo ahí, pilotos que han tenido una Moto2 para entrenar, que ahora no la van a poder utilizar pero que arrastran muchos kilómetros.

¿Cómo se prepara este cambio?

-El primer paso deber ser prepararnos físicamente y hacer el mayor número de kilómetros posible sobre una 600, aunque no pueda ser una Moto2, y poquito a poco iremos buscando nuestro lugar.

¿Cuáles serán las diferencias respecto a Moto3?

-Es difícil establecerlas. El peso es un hándicap grande. Soy un piloto pequeño, con lo cual, la moto ya no es tan fácil de cambiar de dirección para poder moverla agresivamente. Luego, si encima tienes que llevar 10 o 12 kilos de lastre en la moto para cumplir con el peso mínimo de la categoría, aún más.

¿Cuáles serán sus virtudes y sus defectos para la nueva categoría?

-Mis virtudes, que creo que tengo mucha experiencia en el cuerpo a cuerpo gracias al Moto3 y que después de tantos años dar el salto de categoría me hace mucha ilusión; en cuanto a defectos, mi manera de pilotar va a tener que cambiar muchísimo después de tantas temporadas en categorías con motos más ligeras, pero vamos a trabajar por ello. Será un nuevo reto para mí.

Emoción no le faltará en cada carrera de Moto2, al igual que en Moto3...

-Moto3 es una locura. Sí que es cierto que las motos son mucho más ligeras, más manejables. Con una Moto2 no es tan sencillo, pero en cualquier caso, este será un año de transición. Tenemos que aprender muchísimas cosas. Que nadie se crea que vamos a llegar al Campeonato del Mundo de Moto2 y vamos a hacer una temporada como la de Alex Rins, que ha sido subcampeón en su primer año, porque él, por ejemplo, cuenta con un equipo técnico que ha sido campeón, con una Kalex -chasis referente en Moto2- oficial... Nosotros tenemos que ir haciendo un aprendizaje poco a poco, trabajando con una moto que se fabrica nueva para 2016 y debemos ir al igual que en el año con Mahindra, trabajando con lo que se tiene y sacando el máximo. El objetivo ni siquiera se ha marcado. Hay que mirar dónde estamos y ver en qué se puede mejorar.

Será su octavo proyecto deportivo en una trayectoria marcada por todos esos cambios. ¿Qué espera en el equipo Iodaracing?

-Espero aprovechar la oportunidad, porque no nos podemos olvidar de que tal y como estaban yendo las cosas es una oportunidad buena. Quizás no es la mejor oportunidad que se nos podría haber dado, pero sí es la mejor oportunidad que tenemos porque es la que ha llegado a buen puerto negociando. Tenemos que ser inteligentes, trabajar al máximo y vamos a ver hasta dónde podemos llegar. Tanto Giampiero Sacchi -jefe del Iodaracing- como todo el equipo lo que necesita es volver a estar arriba, y Suter -marca del chasis que llevará Efrén- también quiere volver a sentirse competitivo. Vamos a dar el 100% de nuestra ilusión en este proyecto, que es importante para nosotros y para Euskadi, que después de tantos años puede decir que se da el salto a la categoría intermedia.

Habla de oportunidad. ¿Viene determinada por el presupuesto incluso por encima del talento de un piloto?

-Sí, bueno, Moto2 es una categoría en la que se vende una igualdad que tampoco es tanta. La gente dice: Este piloto está el 25 pero tiene una Kalex, como el que gana. Pero claro, la Kalex esa igual no es de este año, igual no cuenta con las evoluciones, las suspensiones son diferentes, los técnicos también hacen un papel fundamental... Hay muchas cosas sobre las que se puede trabajar. Es una categoría un poco injusta en ese aspecto, pero venimos de otra categoría también muy igualada, que es Moto3, en la que un piloto que sale el 18 puede arruinar la carrera a un piloto que ha hecho la pole. Cada categoría tiene lo suyo. Tenemos que empezar a jugar y ver cuál es el mejor sistema a seguir.

Le toca desarrollar una moto partiendo desde cero.

-Desde cero tampoco, porque el motor es para todos Honda -monomarca en Moto2-, entonces es un poco más el chasis -lo que marca la diferencia en la categoría-, trabajar con la base que se tenía en los años en los que Marc Márquez fue campeón del mundo de Moto2, aunque lo fue sin el peso mínimo permitido, porque Márquez corría quince kilos por debajo del resto de pilotos. Esos kilos que ahora se llevan de más hay que trabajarlos bien para ver dónde se ponen, de qué manera, dónde perjudican menos y tratar de conseguir beneficios. Debemos hacerlo con calma y paso a paso, para no cometer errores.

La posibilidad de seguir en el Mundial se ha presentado, como en los últimos años, casi fuera del plazo. ¿Se veía jubilado?

-Cada día que pasa te ves más fuera porque es una carrera más y una menos. Cada año de los que estás ahí puede ser el último. Hay que tratar de luchar al máximo, de aprovecharlo y ahora mismo digamos que mi carrera deportiva vuelve a comenzar. Este año hay que dar el máximo para esperar que haya un siguiente.

¿Cómo se ha gestado la unión con Iodaracing?

-Ha sido todo muy rápido, gracias a la relación que se tuvo en 2013 con la gente de Suter. Ese año me dejaron probar en Almería la Moto2 y se quedaron muy sorprendidos de los tiempos que había conseguido en solo cuatro vueltas. Había muy buena relación con ellos, querían volver a las carreras, no sabían de qué manera y con qué piloto y me ofrecieron la idea de que querían volver y de equipos con los que se querían volcar especialmente. En Malasia contactamos y en Valencia pudimos cerrarlo.

Dice que el proyecto nace sin objetivos, pero usted se habrá preguntado dónde estará en carrera.

-Lo más importante es pensar que hay que marcarse unos objetivos más ambiciosos a partir de la mitad de la temporada. Para mí el objetivo personal es puntuar lo antes posible. La gente puede pensar que puntuar, ser decimoquinto, es sencillo, pero en Moto2 coger puntos es muy complicado. Lo hemos visto con mi amigo Román Ramos, que ha hecho un buen año en Superbikes y en Moto2, tras lograr el Campeonato de España, no pudo lograr puntos en toda la temporada. Tenemos que focalizar todo en el trabajo, en el rodaje de la moto y en Catar ya veremos dónde estamos.

¿La gran baza del equipo es la figura de Giampiero Sacchi, con nombres en su currículo como los de Rossi, Lorenzo o Simoncelli?

-Es un referente en el Mundial. Que él esté garantiza ciertas cosas. Es muy bueno en las negociaciones para los patrocinios que pueda tener el equipo y lo que ahora hace falta es tener un piloto con ganas, ilusión, en el que confíe y que pueda ir rápido, para que puedan volver a sentirse competitivos. Sobre Sacchi, la época de ahora no es como la de antes. Ha sido una persona muy influyente en la época de dos tiempos, donde estaba todo el pescado vendido, había grandes diferencias de motores, de materiales...; con el paso del tiempo todo se ha ido igualando. Ahora es más fácil contar con material de primera mano, por lo que todo se hace más complicado. Él tiene muchísimo menos poder de control de todas estas cosas.

En 2016 habrá solo tres motos que montarán chasis Suter en Moto2 y usted estará como único piloto del Iodaracing, ¿se ve como el piloto de referencia de Suter?

-En principio hay tres pilotos y estaré solo en el equipo, y ¿piloto de referencia? Dependerá de lo que haga cada uno. No me preocupo demasiado de ello. Lo que quiero es empezar a trabajar y encontrarme a mí mismo.

Coincidirá con el que fue su responsable de telemetría en 2009 y 2010, Fabrizio Manciucca.

-Es una ventaja, es una persona a la que considero de los pocos amigos que se tienen en las carreras. Tenía la ilusión de contar con un piloto rápido y el primero que tuvo en mente fui yo. Me garantiza una buena relación desde el inicio, lo cual es importante.

¿Ha influido en la decisión de contar con usted en el equipo?

-Mucho, porque es sobrino de Giampiero Sacchi. La opinión de él ha contado mucho para que Giampiero nos viera como una buena posibilidad.

¿Cuándo se subirá a la moto?

-Estimamos que a la Moto2 podamos subirnos en febrero.

Mientras, ¿de vacaciones?

-No hay parón y sí mucho, mucho trabajo por delante. Trataré de recuperarme de la caída de Valencia al 100% y andaré en moto lo antes posible. Sin descanso, como cada año.