Amorebieta-Etxano. El piloto vizcaino Igor Urien (27-XII-1994, Abadiño) emprende esta temporada su asalto a la Fórmula 3 European Open. Una competición que comenzará el próximo fin de semana en el circuito francés Paul Ricard. Se trata del curso más ilusionante y profesional de su carrera deportiva, siendo el máximo exponente vasco al volante de un monoplaza, y lo hace de un modo que cautiva, porque sus manos fueron más diestras que cualquier otras durante la época de preparación y se alzó con el triunfo de las Winter Series, una clasificación que se destila de las jornadas de los test oficiales de pretemporada, y sin embargo, pisa sobre suelo firme, sin desatar cualquier ápice de una euforia que podría estar justificada, puesto que su nombre se erige entre los de los candidatos a alzarse con el título, a pesar de tratarse del curso de su debut en la categoría.

Pero el abadiñarra es diferente, fortificado por una prudencia descomunal que no le invita a los pronósticos, de ahí que su objetivo sea sencilla y llanamente "aprender y adaptarme al coche", una máquina gestionada por el expiloto de Fórmula 1 Emilio de Villota y su escudería De Villota Motorsport, uno de los equipos más solventes de una parrilla que se antoja como mina de jóvenes talentos que el día de mañana completarán el paddock de F-1. Y es que la F-3 es el tercer peldaño en el orden de la hipotética escalada hacia la F-1. "Trato de estar lo más tranquilo posible", certifica Urien, con voz pausada, gélido y discreto en su discurso. "No quiero darle mucha importancia al ganar, quiero ir paso a paso y ver cómo se van desarrollando los acontecimientos. Entonces se valorarán nuestras metas", expresa el joven de 18 años, que no quiere cargar con cruces de favoritismo. Y es que, "de casa no me llega esa presión". "Emilio me dice que hay que ir con calma, que las carreras no se ganan en la primera vuelta. Sus palabras me dan mucha tranquilidad y confianza", declara, desechando objetivos concretos preestablecidos.

Las metas fijadas para Urien son globales en un "sólido programa de tres años", según De Villota. Para el primer curso la intención es fajarse en la nueva categoría, acumular experiencia; en la segunda campaña crecerán unas expectativas que llevarán al vizcaino a tratar de disputar el título de F-3, para en el tercer ciclo poder hacerse con un asiento en las World Series by Renault (GP2), la antesala de la F-1. Todo ello en el box de la estructura de De Villota, el padrino de Urien en esta aventura.

Pero los resultados han hablado y resulta inevitable atribuir una condición que el propio Urien omite. "La pretemporada ha sido una forma de medirnos con el resto de pilotos y siempre tienes ganas de hacerlo bien. No sé si me esperaba estar tan adelante, pero sí sé que tenía ganas de hacerlo lo mejor posible", comenta con discreción el de Abadiño, que se blinda para no caer en obsesiones mirando de reojo a otros garajes. "No me fijo en nombres de rivales. No me suele gustar mirar. Sé cuáles pueden ser los equipos punteros, pero yo prefiero centrarme en mi trabajo y a la hora de mirar la tabla de tiempos ya se verá dónde estamos y si tenemos que apretar más o no", analiza sobre su nueva escena, una competición que le llevará a estrenarse en algunos de los circuitos más emblemáticos del mundo, como Paul Ricard, Portimao, Nürburgring, Jerez, Silverstone, Spa, Monza o Montmeló. Un total de 8 citas en el calendario con dos jornadas de carreras cada una.

un proyecto pedagógico "Estamos tremendamente contentos con esta oportunidad. Nos ha costado mucho estar aquí", decía, sobre su estreno en la F-3, una campaña en la que Urien también contará con una responsabilidad pedagógica, educativa, a bordo de su monoplaza Dallara F308 (monoplaza con unos 500 kilos de peso, un motor atmosférico de unos 230 caballos y 2.000 centímetros cúbicos). No en vano, gracias a un acuerdo con el Automotive Intelligence Center de Amorebieta-Etxano, que acogió ayer el acto de presentación, el piloto de Abadiño asesorará a los equipos Formula Student de Euskadi (conformados por la Formula Student Bizkaia-Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Bilbao y la Tecnum Motorsport de Gipuzkoa). Una experiencia que puede resultar productiva para el mundo del motor en Euskadi, y es que Urien compagina su experiencia sobre el asfalto con unos estudios de ingeniería mecánica que complementan al mayúsculo proyecto, que más allá de resultados en pista, pretende mejorar la competitividad del sector vasco del automóvil. Urien será el buque insignia.