bilbao. "Lo hemos llegado a tener en nuestra mano, pero no hemos podido rematarlo", narra la página web del Zuazo Barakaldo. Y no pudo resumir de mejor forma el final de temporada del equipo vizcaino. El club fabril acudió al play-off de ascenso a División de Honor tras lograr un excepcional segundo puesto en la competición doméstica y, tras una primera fase de ascenso increíble, tan solo empañada por una derrota por la mínima ante el Asisa Málaga, acudió como líder a la segunda y última etapa de la campaña.
El primer puesto hizo augurar el mejor desenlace para una temporada protagonizada por las lesiones. Unas bajas que limitaron aún más la corta plantilla barakaldarra que, sin embargo, logró optimizar los esfuerzos para conseguir su objetivo.
Pero el propósito de la temporada finalmente quedó en nada. Las fabriles acudieron a Valencia, a la segunda fase del play-off, donde les esperaban tres difíciles encuentros. "Nos basta una victoria y un empate", admitió Joseba, el entrenador, antes de viajar a la ciudad sede. Un reto que se antojó sencillo después de superar tantas piedras en el camino, pero las cosas se torcieron desde el primer minuto.
La derrota en la cuarta jornada ante el Castelldefels (27-26) preocupó a las vizcainas, aunque seguían dependiendo de sí mismas. Sin embargo, un nuevo tropiezo ante el Málaga (25-31) hizo realidad las peores pesadillas y, por primera vez en la fase de ascenso, el Zuazo terminaba una jornada fuera de los puestos de promoción. Las fabriles estaban entonces a expensas de la suerte. Vencieron ante el Valencia (21-22) el último encuentro del play-off, pero las carambolas no jugaron a su favor y el triunfo del Castelldefels truncó su sueño de la División de Honor y las hundió hasta la cuarta plaza, un puesto sin premio.
Finalmente serán el club catalán y el Mecalia Guardes los dos conjuntos que pugnarán la próxima temporada en la élite del balonmano.