Sudores de tinta china con traje y corbata
Está la letra pequeña y aquello tan propio de la negociación de donde dije digo digo Diego; hay, también, cláusulas draconianas, un quítame allá unos miles y mucho baile de despachos donde se suda la tinta china con traje y corbata, casi tanto como sobre el césped o en el parqué. En la trastienda del deporte, allá en el rancho grande de las negociaciones, el Derecho se abre paso. El deporte profesional se ha convertido, desde hace ya unos años, en un asunto serio, muy alejado de los patios de colegio y las calles donde uno comienza y sueña, qué se yo, con jugar en el Athletic o en la NBA.
En respuesta a toda esta demanda de contratos, litigios y negociaciones ha nacido la Asociación Vasca de Derecho Deportivo/ Kirol Zuzenbide Euskal Elkartea que ayer se presentó en sociedad en el Colegio de Abogados de Bizkaia, donde Nazario Oleaga y los suyos rigen los designios de la profesión. La puesta de largo de esta idea tuvo como maestro de ceremonias al presidente de la Asociación, Santi Merino, quien aboga -no cabe usar otro verbo...- por mirar más allá de los grandes escaparates deportivos. Le acompañaron en la presentación Javier Aldazabal, secretario de la junta directiva del Athletic y hombre bragado en leyes deportivas; el vicedecano del Colegio de Abogados de Bizkaia, José Javier Cortázar, Jon Larrea, en nombre de la Escuela de Práctica Jurídicao Go-tzon Gondra,entre otros. Todos ellos hombres versados en leyes del deporte.
En el acto, donde se desmenuzaron los pormenores de la especialidad, estuvieron también presentes Carlos Aranguren; el presidente de la Federación Vasca de Karate, Javier Manceras, Olga Bordegaray; el presidente de la Federación Vasca de Hockey, Agustín Rojo, Txema Oleaga; Pepe Turillas, Egoitz Askasibar, Iñigo Santxo y Martxel Toledo en nombre de Esait, Fernando San José, Xabier Monreal, Juan Carlos Soto, Miguel Ángel Fernández, Yolanda Etxebarria y un buen número de asistentes que escucharon cuestiones tan relevantes como la promoción del deporte desde la esfera pública o el anuncio de un estudio sobre la vertiente empresarial del deporte. Solo queda que, tratándose de hombres de leyes, no se cumpla la vieja sentencia del viejo entrenador inglés, William Shankly, aquel que dijo que el problema con los árbitros es que conocen las reglas, pero no conocen el juego.