La próxima temporada la Primera Federación estará plagada de equipos vascos y en concreto cuatro de ellos serán vizcainos. La permanencia del Sestao, los ascensos de Bilbao Athletic y Barakaldo y el descenso del Amorebieta hacen que esta categoría pase a ser foco total y absoluto de atención de todos los que nos consideramos aficionados al fútbol y que residimos por aquí. Una auténtica gozada aunque seguro que los azules preferían seguir en la Hypermotion. Habría que tirar de hemeroteca para ubicar a tantos equipos en este escenario. Aquella Segunda B queda un peldaño por debajo de esta Primera RFEF.

Los despachos estos días están a tope de trabajo, no es para menos. Quitando al Bilbao Athletic, juega en otra liga, el resto se disputan un puñado de jugadores que en cualquier caso no son suficientes para completar las plantillas de los otros tres conjuntos. Lo primero que toca es cerrar el presupuesto, luego las direcciones deportivas y técnicas y para finalizar pasar a la firma de jugadores. Tiempos de afinar y mucho. Arrancar bien es fundamental y una buena elección te puede aclarar mucho el panorama en una categoría cada vez más complicada. Los cambios no suelen ser buen síntoma, sobre todo si son a mitad de temporada.

Trabajo y sacrificio

Está muy bien y a todos nos hace mucha ilusión verles a todos ahí, pero para eso ha hecho falta mucho trabajo y sacrificio. En la mayoría de los casos, por no decir en su totalidad, los directivos no perciben ni un solo euro y cada vez sus responsabilidades son mayores. Esta misma campaña un presidente tuvo que avalar la friolera de doscientos mil euros, la cantidad que se exige para jugar en esta división. A veces no somos conscientes del mérito que tienen todos aquellos que trabajan by the face en los diferentes equipos deportivos.

Suena todo muy bonito y maravilloso pero se las ven y se las desean para concretar un presupuesto digno. Cada equipo representa a una localidad y el nombre de la misma es permanentemente mencionado por el resto en el Estado. No hay mejor imagen de cara al exterior que el equipo de fútbol en este caso o de cualquier otro deporte a estos niveles. Es necesario apoyar a estos equipos desde todos los ámbitos, tanto público como privado. No hay más que ir un día de partido para comprobar lo que se genera y lo que significa para la sociedad. Es el momento de dar un paso adelante y acompañar en el camino a los nuestros. Hagámoslo posible.