EL ser humano no deja de sorprender. Me encanta esa frase que acuñamos prácticamente toda la humanidad, que dice que le encanta que las cosas se digan con sinceridad y directas. Ahora bien, cuando esto se hace, el lío está garantizado. Eso es lo que ha pasado con las palabras de Rafa Alkorta en Onda Vasca el pasado lunes. Fue claro y contundente, expresó su punto de vista, ofreció su opinión, la suya. Faltaría más, anda que no ha tenido que escuchar en sus tiempos en la factoría rojiblanca.

La forma en cómo decir las cosas semánticamente puede ser discutible. Decir “no tienen vergüenza” puede sonar mejor que lo que dijo, pero el sentido es el mismo. El asunto de fondo es que los que antes no veían a Rafa en el cargo, porque decían que no tenía experiencia, aplauden a rabiar al más puro estilo gruppie a los que han llegado. Curioso, la new generation olvidándose de leyendas rojiblancas con una carrera brillante, abrazándose a los reyes del Big Data y el Power Point. Todo correcto.

Es evidente que cada vez que hay elecciones, Lezama es quien más lo sufre. A ver si de una vez por todas esto cambia y se deja continuar proyectos. Hay que darle una vuelta. Los que llegan ponen a los de su confianza y esos huecos tapados obligan a despedir a otros. La diferencia esta vez es que las salidas han sido abundantes y las llegadas foráneas han quitado una parte muy importante del ADN rojiblanco. Algunos casos muy sangrantes y que debilitan una estructura muy necesitada de ir todos a una.

El fútbol es de los profesionales y no de los jugadores del FIFA de la PlayStation. Este es uno de los grandes problemas de esta directiva. Antes de empezar el partido, la promesa era internacionalización y figuras en todos los campos. Entre el low cost y las calabazas, amén de la fallida llegada de la piedra angular, a quién Twitter mató, todo lo demás palabras, intenciones y poco más. Abandonar el Km0 por el Km65 (Gasteiz) no lo veo muy acertado.

Jon Uriarte tiene trabajo por realizar. En áreas como la económica lo están haciendo muy bien, aunque en el fútbol el dinero tiene que estar en el campo. Debe poner orden en el tema deportivo y comunicativo. Al principio el mensaje calaba y no era contestado. Tras la última rueda de prensa no ha habido más que contestaciones negando la mayor y dudas en prácticamente todas las temáticas abordadas. Es el presidente quien se debe poner al frente y dejar de escuchar voces que le lleven al equívoco.