HA tenido que ser un guiri medio british, medio yanqui quien me ponga en canción, nunca mejor dicho, de un clásico del verano: bombardear los chats con memes de Julio Iglesias. Básicamente, julio asoma, julio no se quiere ir, qué largo se está haciendo julio, julio se va... Julio hasta por las orejas desde el día primer día hasta el último. Sobredosis que el día 1 de agosto genera paz interior. Y resulta que una vez pasada página, olvidado el personaje, una información ese mismo día 1 nos lleva a la conclusión de que el personaje está a la altura de los memes. Resulta que el cantante –sin entrar en adjetivos– ha decidido no viajar a España este verano en vacaciones –en qué habrá estado trabajando el resto del año– por su “descontento” hacia su país. El pobre ha tenido que repartir el periodo estival entre sus casas de Miami, Bahamas y República Dominicana. Al parecer, Julio Iglesias “no se siente lo suficientemente valorado, pese a haber llevado una exitosa trayectoria musical” y haber “trabajado mucho por llevar el nombre de España al mundo, y no ha sido correspondido”, dicen desde su círculo de amigos. Ha hecho todo eso sin apoquinar impuestos en la patria, lo que refleja su interés por el país. Y a pesar de todo, la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha referido a él como el “poeta de España”. Ayuso considera que “ese hombre es lo más”. Y mira que no habrá hombres y mujeres que han hecho más por que el país avance. O igual es que el objetivo es que nada cambie.