SALVADAS con Rutón”, canturreaban unas alegres amas de casa mientras limpiaban con la aspiradora llamada a mejorar la vida de las mujeres, allá por los años 60. “Se acerca el día de la mujer... ¡Encuentra el regalo ideal para la mujer de tu vida!”, bombardeaban también los anuncios. Ahí volvían las aspiradoras, las lavadoras o las cocinas como ofrenda estrella para el Día de la Mujer. La presión del movimiento feminista llevó a la sociedad a rechazar estos contenidos por difundir una imagen estereotipada y discriminatoria de la mujer. Pero no nos engañemos, el sexismo se ha vuelto más sutil pero el sesgo machista persiste. Más de 32.000 mujeres corrieron el pasado domingo por el centro de Madrid unidas por la lucha contra el cáncer de mama y la violencia de género. Pero la sorpresa llegó durante la entrega de premios. Las asistentes no daban crédito cuando la ganadora recibió un robot de cocina; el segundo premio fue una aspiradora, eso sí, sin cable, más moderna que hace unas décadas, pero con el mismo mensaje. Al resto de las participantes les entregaron productos 0%. Es decir, además de machistas, fueron también políticamente incorrectos, en una sociedad en la que el rechazo hacia las mujeres y hombres con obesidad crece. Los organizadores han tenido que salir pidiendo disculpas “por si alguna mujer se ha podido sentir ofendida”. Hacen falta todavía muchas carreras por la igualdad.

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