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La prensa de orden se apunta a la pancarta del campo

La prensa de orden se apunta a la pancarta del campoEP

Anotémoslo como un avance. Las cabeceras y amanuenses de orden ya no ven en los que se manifiestan por sus derechos a una panda de vagos que toman cañas entre consigna y consigna. Dime contra quién te movilizas y te diré si eres un agitador o un digno luchador contra la opresión.

O incluso algo más, porque según Federico Jiménez Losantos (El Mundo), lo de ayer fue una marcha de auténticos patriotas españoles: "Lo que más llamaba la atención ayer en la gigantesca manifestación del mundo rural contra Sánchez y sus leyes mascotistas y humanófobas era la enorme cantidad de banderas españolas, acompañadas a menudo por regionales, pero de signo antiseparatista, como las valencianas. Es que España está ahí, es esa reserva ancestral de culturas y costumbres, esa vida rural a la que pertenecíamos la mayoría de los españoles hace menos de un siglo".

Francisco Marhuenda se suma en La Razón a la alegría por la alta participación sin evitar dejar un recadito: "Por lo visto, los únicos que tienen legitimidad para manifestarse son los sindicatos controlados por la izquierda, los socialistas, los comunistas, los antisistema, los independentistas y los herederos de ETA. El resto tiene que asumir con una sonrisa las mentiras de la izquierda y sentirse satisfecho con la indiferencia hacia los graves problemas que afectan al mundo rural".

En Vózpopuli, Miquel Gimenez no resiste la tentación de mentar a los mismos comodines, en su caso, incluyendo algún que otro nombre y/o apellido: "No son la señora Botín ni el IBEX; tampoco son politicastros de campanario, chantajistas territoriales, admiradores de Otegui, del Che o de ningún otro espécimen semejante. Son gente trabajadora y por eso el gobierno se niega a recibirlos. Pero ahí están en pie de guerra quienes trabajan de verdad sin necesidad de Álvarez ni Unai, de chiringuitos ni paguitas. Ahí está la gente de bien que, piense como piense, ha dicho que hasta aquí hemos llegado. Lo dicho, no hay fascismo pa tanta gente, porque cualquier currante que se lleve las manos a la cabeza ante el robo sistemático de este gobierno es, como poco, facha".

Suma y sigue, Ramón Pérez-Maura (El Debate) también cuela a ETA en su filípica: "Madrid no ha visto nunca una protesta como esta si no era contra el terrorismo de cualquier origen. Si queda alguien con sentido común en el Gobierno de Sánchez, que no piense sólo en él, haría bien en pensar por qué su Gobierno se disputa ese honor con ETA y el islamismo".

También en El Debate el señorito de libro Alfonso Ussía dice sentirse muy concernido por las reivindicaciones de la manifestación. Pero fíjense por cuáles en concreto: "Para mí, que el toro bravo es un milagro que sobrevive gracias al esfuerzo romántico de centenares de ganaderos que se están arruinando. Como los agricultores, como los transportistas, como los olivareros, como los dueños de los cotos de caza perseguidos, como los pueblos que viven del campo y de la caza, acechados por la quiebra económica que les desean los ecologistas sandías, los animalistas urbanos y los políticos majaderos".

Un peldaño más abajo, el editorialista de El Mundo se apunta también a la protesta, sinque apenas se note que porque va dirigida contra los malos: "La situación es muy grave y los agricultores y ganaderos no van a parar hasta conseguir salvar al sector. Ya lo dijo ayer el presidente de Alianza Rural, Fermín Bohórquez, «el campo va a reaccionar». Y lo hará unido, sin distinguir colores ni colgar etiquetas políticas, como quedó patente ayer en la movilización de Madrid. Todos a una. Y es que el campo español estará en peligro de extinción a corto plazo si el Gobierno no actúa de inmediato y deja de comportarse de manera irresponsable. Las ayudas deben venir ya, no cuando se aproximen las elecciones".

No es muy diferente ni en argumentos ni en intención lo que dice ABC editorial. Qué bien que todo esté tan mal: "Ayer fue el campo. Antes, el transporte. Mañana, cualquier sector que sienta el desprecio del Gobierno por su situación crítica. No hay política en las demandas de los que protestan por su ruina, pero sí hay significado político en la respuesta de La Moncloa: su incapacidad para asumir la responsabilidad de un país en crisis".

Inmersión en euskera para niños ucranianos

Sin relación con lo anterior, les termino con un par de desbarres fóbicos respecto a la lengua vasca. Uno lo firma en El Debate Luis Ventoso, que después de inventarse que el Gobierno Vasco obligará a aprender euskera a los niños ucranianos refugiados, se adorna así: "Espero que en las «aulas de inmersión», el PNV y el PSE aprovechen para explicar a los niños ucranianos que el País Vasco goza de un modelo fiscal privilegiado, por pervivencia de un anacronismo del pasado. Un cuponazo que supone una auténtica bicoca para la región y una manifiesta discriminación para el resto de los españoles".

La otra patinada es obra de Alejo Vidal-Quadras en Vozpópuli. El gran vividor de la política da la bienvenida a un plataformilla (son cinco, contando al del tambor) de autotitulados fueristas liberales. Cada párrafo es un delirio. Valga como ejemplo este: "El rechazo de los animadores de este proyecto regenerador a la imposición del euskera es, por supuesto, inequívoco y la denuncian describiéndola como el instrumento de los nacionalistas para crear clientelas electorales y para ahormar coactivamente a una sociedad espontáneamente bilingüe en un bloque ortopédicamente homogéneo de creyentes en el que cualquier discrepancia quede ahogada y cualquier libertad cercenada".