POR fortuna, los insultos racistas que recibió Iñaki Williams en el RCDE Stadium dejaron en un segundo plano el partido de fútbol y sus circunstancias. Digo por fortuna y digo bien, pues la respuesta a la bajeza de ese puñado de imbéciles que aún son incapaces de retener en el cerebro sus diarreas mentales ha sido contundente y muy generalizada. Se ha convertido en noticia gorda, lo cual quiere decir que la sensibilidad contra este tipo de conductas, aún comunes en los estadios, todavía refugio secular de los abyectos, ha calado en la sociedad. Falta saber si las medidas contra estos intrépidos insultadores al amparo de la masa resultan realmente disuasorias. Los ojos del Gran Hermano (cámaras de alta definición apuntando por todos los rincones) al parecer ya se han encargado de tomarles el retrato. ¿Pero todavía hay algún cenutrio que va al campo y no sabe que le vigilan? O todavía peor, ¿acaso hay algún cenutrio que aún sabiendo que están siendo observados son incapaces de contraer sus esfínteres ante la cercana presencia de un jugador rival de color negro?

Los hay.

Cuando hace años dejé de fumar me pasé al otro extremo, y con asuntos de esta especie me sucede algo parecido. Escucho por la radio o leo calificar a Williams de la pantera, o la pantera de ébano a modo de adorno, y aunque entiendo que no hay ni un ápice de intención (y hasta el propio jugador lo asume con naturalidad), nos referimos a una singularidad que se destaca para darle énfasis, y esa singularidad es la condición de negro. Todas las panteras son negras. En realidad se trata de un gran felino, principalmente el leopardo y el jaguar, que adquieren este color oscuro por un exceso de melanina en su pelaje.

Iñaki Williams juega en el Athletic y es un león.

El partido frente al Espanyol también estuvo distorsionado por otra vertiente del mismo fenómeno. Individuos que también buscan el amparo del fútbol para encauzar sus malos rollos y explayar su vileza. Las redes sociales dan mucho juego y posibilidades. Por ejemplo. Una cuadrilla de ultras se cita con otra cuadrilla de ultras de otro equipo en mitad de un bucólico bosque y se dan de hostias hasta reventarse, pero sin salpicar a nadie más, y hasta puede resultar terapéutico. En la algarada del sábado junto al RCDE Stadium hubo un quebranto que no tiene ningún sentido y también cinco detenidos, más otras 36 personas identificadas por participar en la trifulca.

Como saben, el próximo verano San Mamés acogerá la Eurocopa y en su recinto la selección española disputará tres partidos. El pasado miércoles la plataforma Bilbao 2020 Eurocopa Honi Ez! convocó una manifestación el 28 de marzo para "dejar clara" su "repulsa" a la celebración del "macroevento" deportivo y evitar que Bilbao se llene de "aficiones fascistas y fuerzas policiales armadas". Se refiere a los "ultras fascistas" españoles, polacos y suecos. El mensaje habría sido más convincente, y aún están a tiempo de conseguirlo, si incluyen en su lista de hipotéticos indeseables a los ultras de Herri Norte que aquí, o el sábado junto al RCDE Stadium con sus cuates de las Brigadas Blanquiazules, son quienes convulsionan la ciudad y a sus gentes a la mínima excusa o sin excusas. Bien que lo saben en esta plataforma.

Tenía como propósito haber dedicado una oda a Villalibre porque nos dejó perplejos frente al Espanyol, golazo incluido, festejando así su primera titularidad con el Athletic en un partido de LaLiga Santander. Surge, como de repente, un delantero centro con empaque y es de la cantera. He de reconocer mi tibieza hacia el muchacho, pues si Garitano, que de esto sabe mucho, apenas lo pone por algo será. De otras fuentes me llega una fe ciega sobre el mozo, hombre del renacimiento, aseguran, pues cultiva además otras artes con virtud, como la música.

Su irrupción sucede tras otro empate, la constatación de que falta gol y conocido que la figura de Fernando Llorente, que apenas juega en el Nápoles, vuelve a revolotear por estos lares. Qué bien hizo la directiva conteniéndose al respecto.