N los viejos tiempos, cuando el servicio militar era de obligado cumplimiento, el pase pernocta era un documento esencial para dejar, durante al menos un momento, las manos libres. Hubo gente que cometió el terrible delito de usar el pase pernocta para no volver al cuartel y los castigos eran morrocotudos. La mili se suprimió a comienzos del siglo XXI y veinte años después la ciudadanía se encuentra con la necesidad de un nueo documento que acredite su libertad. En ese caso, el pasaporte, el pase covid, que otorga a los hombres y mujeres de la ciudad su acceso libre a las cantinas de la villa.

La situación de emergencia sanitaria puesta en pie nos demuestra que de nuevo es necesario un documento que acredite cierta libertad para moverse como quiera cada cual. Hay que demostrar queuno está vacunado, sano y a salvo de un contagio en la inmensa mayoría de los casos, por mucho que haya alguna que otra excepción.

Había, en aquel entonces un sinfín de triquiñuelas para esquivar esa vigilancia. No existía otro riesgo que el del contagio de la golfería, visto sea desde el punto de vista castrense. Quiere decirse que el ejército no consentía que se riesen a su cara.

Este asunto es distinto. La hostelería se ve en la necesidad de controlar los riesgos para evitar la propagación de la pandemia sin tener que cerrar a cal y canto. Es por ello que en no pocos locales han detectado un mecanismo de proteccion que les permita no bajar la persiana: utilizar una aplicación del Departamento de Sanidad suizo para verificar la autenticidad del pase covid de los clientes que accedan a sus establecimientos. Si los asistentes al local están libres de virus malignos habrá permiso para que accedan al interior y disfruten de aquella vida, ¿se acuerdan?, que tanto disfrutábamos.

La hostelería acepta la implantación en Euskadi del control de entrada a sus establecimientos mediante el certificado de vacunación contra el covid, al entender, en general, que “es mejor o menos mala” que otras medidas que pudieran llegar pero se quejan de que esa exigencia se circunscriba a su ámbito. Desean que la exigencia de prevención sea universal y, bien mirado, uno no encuentra un pero que ponerle a su demanda. Cuanta mayor protección, más seguridad habrá.