LA actuación de Gil Manzano fue buena y se comportó de forma justa en sus decisiones, aunque es verdad que fue más condescendiente con el Athletic, ya que perdonó la tarjeta amarilla a Raúl García y Unai López por sendas entradas al rival. Algunas faltas las señaló a favor de los rojiblancos, aunque eran dudosas. En resumen, una tarjeta amarilla para los leones y cuatro para los babazorros. Pero el colegiado extremeño cumplió con su cometido, porque acertó en las jugadas clave del derbi. En el minuto 9 no hay penalti por una supuesta mano en la barrera del Alavés. El VAR no rectificó la decisión de Gil Manzano. Acertó, porque le da en el pecho. En el minuto 34, sí que hay penalti sobre Williams. Duarte le derriba claramente antes de que el delantero bilbaino intentara el remate. Al ser una ocasión manifiesta de gol en la que el defensa del Alavés intenta jugar el balón, el árbitro le mostró tarjeta amarilla y no la roja. En el minuto 72 no hay falta en el tanto de Iker Muniain. El navarro se adelanta al portero con los tacos por delante, pero juega el balón que está en juego y no molesta al guardameta visitante. Decir que Gil Manzano se enfadó, con razón, por las continuas protestas de los jugadores visitantes durante todo el encuentro.