TOMO prestada la frase del gran Quino, el creador de la entrañable Mafalda, emblema de rebelión de una nueva generación que hoy ha quedado lo suficientemente atrás como para que vuelva a ser idealizada. La protagonista contestaba a un anciano que, al ver a los hippies de la época, gritaba indignado “¡Esto es el acabose!”. Mafalda contestaba con un inteligente: “No; solo es el continuose del empezose de ustedes”. Me ha venido a la cabeza a raíz de la huelga estudiantil del viernes y las movilizaciones en defensa del medio ambiente, Porque, según de qué pie cojeamos cada cual, habrá quien todo le parezca un déjà vu de otro tiempo, cuando los primeros movimientos ecologistas y antinucleares arrastraban a una generación justo antes de que tuvieran que elegir entre integrarse en los movimientos de izquierda tradicional o convertir la frustración en rabia antisistema. Pero también habrá quien ponga sus esperanzas en una nueva generación más concienciada, más militante y más resistente. Los escepticos pensamos que todo está por ver. Que era propio de nuestra juventud idealizar y proyectar las responsabilidades hacia otros. Ahora, cuando los otros somos nosotros, nos reconocemos en nuestros jóvenes y hacemos votos por que no repitan nuestros errores. Que nuestras carpetas forradas de eslóganes y fotos del Che no caigan en manos que se manifiestan para Instagram fotografiados con smartphones de última generacion antes de irse a tomar unos litros y saltar ante un escenario con 50.000 watios de luz y sonido, con la última camiseta serigrafiada adquirida en Amazon. Porque un día pueden descubrir que otra generación les reprocha sus culpas, que son las nuestras.