Los procesos de comunicación han desarrollado complejas relaciones sobre la belleza, la estética y la creación de cánones que cubren los procesos creativos. La belleza, los modelos de referencia y los logros estéticos potencian las formas singulares de crear objetos y procesos estéticos que se multiplican. La televisión es juego de artificio de luz, color y formas en un ejercicio de construir espacios de belleza, de lucimiento y dinámicas de agradar, atraer y potenciar la estética de objetos y espacios. Es de significar la estética rompedora de quienes tienen la responsabilidad de construir el programa Zapeando, una muestra señera de tele enfocada desde una realización agresiva y cargada de efectos técnicos, cambios de ritmo y juegos deslumbrantes de secuencias en las que las formas invaden este juvenil modo de producir tele, ejemplo viviente de tiempos modernos, cargados de velocidad, ritmo y construcciones audiovisuales que nos transportan a un mundo de videojuegos y tele del futuro. Romper los cánones, atraer nuevas formas de plasmar color, ritmo y lenguajes modernos, en un esfuerzo por comunicar a través de lo audiovisual. Las maneras de conjugar colores y formas nos llevan a un mundo atractivo y futurista de hacer tele en estos tiempos modernos de aprecio por lo formal. Los realizadores construyen escenarios televisivos de calidad, variedad y cuidada estética. Convertir un modo es un fin de la realización televisiva es signo de modernidad y encuentro con la demanda juvenil de consumir al ritmo de los tiempos que corren en la carrera de realizaciones variadas y televisivas. Planteamientos frescos y cargados de atracción en tiempo de estética innovadora y rompedora. Legado de innovación y barroquismo.