Ala vista de los últimos tiempos, hoy no parece estar de moda dar una imagen de seriedad en la política. Hace no mucho, ver al presidente de Cantabria en la televisión nos llevaba al cuchicheo por lo que parecía una frivolidad. Hoy aquello palidece ante figuras pro-para-solo me interesan los mensajes cortos pensados para las redes sociales como el defenestrado Pablo Casado o su vencedora política Isabel Díaz Ayuso. Qué decir de los espectáculos que nos llegan lamentablemente cada vez más a menudo desde el Congreso de los Diputados (y Diputadas), donde se ha instalado la hipérbole y el antiparlamentarismo. Vivimos un momento preocupante en lo que a liderazgos políticos se refiere cuando prima más la exacerbación, el histrionismo o la búsqueda de un titular de tan efímero recorrido que se ha consumido antes de que yo acabe de escribir esta frase. Una política gaseosa que convierte a quien defiende la seriedad en la gestión en una persona que pudiera parecer alejada de los esquemas actuales de la sociedad cuando, precisamente, es lo contrario. Porque la gente sí agradece, porque lo necesita, que se le ofrezca seguridad. Y que se haga de manera efectiva. Bregar contra los efectos de una crisis económica, afrontar las consecuencias de una pandemia mundial (hoy no resuelta) y ver cómo los números de la economía de tu país se dan la vuelta por una guerra invita a pensar en que la tarea de dirigir, cuando menos, es harto complicada. Así, como escape a la presión, podría parecer sencillo de ver dejarse arrastrar a un populismo político que saca los codos para hacerse hueco a la búsqueda del mero rédito electoral. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha cumplido una década al frente del Gobierno vasco. Y lo ha logrado sin tener que convertirse en una estrella del rock and roll mediático. Sin salidas de tono, ni insultos al adversario. Hablando de acuerdo y diálogo. De auzolana y la palabra dada. Así que es justo reconocerle tanto la efeméride como haber conseguido durante estos diez años hacer del respeto una seña de identidad personal. Zorionak lehendakari. l