tRABAJAR sobre una idea y que esta se lleve a cabo. No hay mejor plan para un entrenador. Ir paso a paso, partido a partido. Viendo, analizando y considerando al rival para plantear una estrategia. Dejémonos de nombres y asumamos que cada encuentro es una historia distinta. Cada terreno de juego ofrece una dificultad diferente y en base a eso hay que establecer un plan. Kuko lo tiene claro y para ello dispone de algo esencial: mente libre y despejada.
Huye el navarro de históricos planteamientos, de tópicos futbolísticos e incluso de peloteros habituales. No mira las estadísticas, tampoco el número de choques disputados previamente. Elige a los mejores para la ocasión y los que encajan en la forma y manera de juego que quiere para ese día. Cada batalla requiere un perfil de soldado y la tropa aumenta. El entrenador lo hace posible.
Ipurua es siempre un campo duro y complicado. El crecimiento del Eibar ha hecho que visitar ese terreno sea una pesadilla por la intensidad que allí se vive y lo claro que lo tienen. Año tras año aumenta la calidad de los jugadores armeros. El que se duerme allí paga peaje y bien caro. El Athletic estaba preparado y sus jugadores, más. Sorprendió la alineación, pero el desarrollo del envite y, por supuesto, el resultado demostraron el porqué de la misma.
Los rojiblancos cuajaron un magnífico encuentro defensivamente. Los pupilos de Ziganda interpretaron lo mandado casi a la perfección. Los errores, propios del comienzo de temporada, son perfectamente perdonables. Fue, a mi entender, el mejor partido hasta la fecha de los leones en cuanto a orden defensivo, criterio organizativo en el campo y solidaridad en la tarea de contención. Hemos pedido muchas veces identidad, el domingo el equipo la tuvo. Jugó sereno, apostó por el físico y dominó al rival y sus intenciones.
Las florituras, el buen fútbol y todo eso con lo que se nos llena la boca pueden esperar. Kuko está construyendo el equipo como lo hacen los buenos, desde atrás y desde una plantilla enchufada y preparada, todos pueden ser titulares. Este equipo es mucho más cuantos más se sumen a la causa. Da igual quién comparezca, sabe lo que tiene que hacer. Empezar después de ocho temporadas sin encajar gol en los dos primeros partidos no es casualidad y obviamente se debe a algo. Soy optimista.