La espera se prolonga
FUIMOS al Vicente Calderón creyendo que era el último partido. En el calendario de liga ponía, jornada 38: Atlético de Madrid-Athletic. Pues hay que reclamar, queda una jornada más. No es de liga, pero es determinante para saber cómo acaba el curso el Athletic. Esto en lo clasificatorio, a nivel interno, también hay que esperar al desenlace final de lo que va a ocurrir en el banquillo. Bueno, mejor dicho, oficializar la marcha de Ernesto Valverde y recibir al nuevo técnico. Por lo tanto, el equipo rojiblanco aplaza por unos días dos cuestiones tan capitales como son conocer su futuro deportivo y dónde va a competir y quién se va a poner manos a la obra para dirigir a la tropa allá por los primeros días de julio.
El esperpento del Manzanares por más que le busquemos explicación solo lo podemos encuadrar dentro de una serie de partidos del equipo fuera de casa que no han hecho más que complicar la situación en la tabla y no otorgar el premio de Europa sin que te lo regale, en este caso el Barcelona. Decía Valverde que ya hará balance. Nosotros sí lo podemos ir haciendo a expensas de lo que él comente. Temporada regular y oportunidad perdida de haber mejorado el puesto del año anterior. En la Europa League, qué vamos a contar, un fracaso en toda regla. Lo de las notas y los comentarios de algunos futbolistas, para analizar, nunca las notas las ponen los protagonistas. Esas te las ponen los profesores. Será el técnico y los analistas quienes lo hagan. Además, nosotros no solemos ser muy objetivos con nosotros mismos. Creo yo, vamos.
Las vacaciones deben servir a todos para hacer una reflexión profunda acerca de cuáles son los objetivos y hasta dónde puede llegar este equipo. Los tiempos cambian y todos se refuerzan a su manera pero los leones tienen razones y material humano de sobra para confiar en este grupo de buenos futbolistas que esta campaña no ha demostrado su verdadero nivel. Por unas cosas y otras la nómina de jugadores se ha reducido en protagonismo y es momento de volver a asignar los roles. No va a ser fácil la labor para el que llegue y todos debemos apoyarle en los primeros pasos. Esto funciona desde las ideas claras, la tranquilidad y, sobre todo, la paciencia. El Athletic es más fuerte cuando el respaldo llega desde todos los ámbitos. Las decisiones importantes tienen que estar a la altura del club. Al hilo de lo de la institución, no me gustó que el presidente no estuviera en el Calderón. Era el último partido.