EN 90 minutos, el Athletic nos mostró fielmente lo que está siendo su temporada. Nos encontramos ante un partido en el que los leones se jugaban mucho y tras el primer acto, no había duda de que lo tenían muy claro. Lástima que las ocasiones no se transformaran en gol. A partir de aquí y tras marcar el Alavés, el equipo rojiblanco se diluyó como el azucarillo en el café. La marcha triunfal de las últimas semanas, junto a Real Madrid, Barcelona y Atletico, invitaba a una victoria en Mendizorrotza. La salida fue buena, pero lo que vino a continuación mucho mejor. Juego por bandas y por dentro. Salvo rematar, todo se hizo bien. Sorprendió, por el contrario, la desaparición tras el gol de Theo. Eché en falta reacción tanto en el campo como desde el banquillo. La que hubo fue tardía y aportó muy poco, por no decir nada. Los cambios no llevaron consigo la vuelta al buen juego y el control del partido. El Alavés de Pellegrino%2