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La importancia del resultado

ESTA temporada en el Athletic todo se basa en los resultados. Alguien dirá que siempre, obvio. Bueno siempre no. Es cierto que lo que determina el lugar o clasificación es directamente proporcional a los resultados que consigue el equipo pero a veces hay otras cosas que cobran mayor protagonismo. El fin justifica los medios o no. Llevamos meses debatiendo resultadistas y creyentes del objetivo a través del buen fútbol. El jueves probablemente haya sido el mejor choque en lo futbolístico de los leones, sin embargo los números del marcador no reflejaron la diferencia, muy grande, entre unos y otros.

Las llegadas al área rival se acumularon de tal manera que ni los mas viejos del lugar recuerdan algo similar. Las ocasiones de gol se fueron más allá de la dos decenas y solo la falta de puntería o acierto del portero del Apoel impidieron que hoy no hablemos de eliminatoria finiquitada. Tristemente estamos en ventaja pero muy relativa y ajustada. La vuelta en Nicosia se presume durísima, eso sí, ante un rival de menor categoría y ante el que en condiciones normales habría que vencer. Está muy bien que desde ahora apelemos a la épica y al infierno “chipriota” pero no nos debemos desviar del camino de la verdad. Esa misma que dice que el Athletic está a años luz de un equipo que juega en una liga menor y que el otro día en San Mamés gozó de la inspiración divina para marcar dos goles en tres aproximaciones. Por cierto de cero a nada pudo hacer esta vez Iraizoz.

Sin tiempo para echar la vista atrás los de Valverde viajan a Valencia donde espera un equipo en crisis pero con jugadores de gran calidad. Bajan revueltas las aguas en la ciudad del Turia en una campaña en la que les está pasando de todo y casi nunca bueno. Habrá pitada a los suyos de saque y esto no me gusta un pelo. Somos especialistas en dar agua al sediento y comida al hambriento. Sea como fuere no se pierde en Mestalla desde 2012 y si se puede hay que continuar con la racha. Que así sea.