el Athletic ganó al Barcelona el jueves y no solo fue por marcar un gol más que el rival o echarle mucha casta. El equipo de Valverde venció porque tuvo un criterio muy superior al de otras ocasiones. El balón circuló con regularidad y los pelotazos brillaron por su ausencia. No había prisa y siempre se buscaba la mejor opción. Mucha culpa de esto la tuvo Valverde. El técnico puso en el terreno de juego al futbolista que mejor ejecuta esto: Ander Iturraspe.

El de Matiena fue el faro en el que todos sus compañeros se fijaban cuando entraban en problemas y este liberaba a unos y otros repartiendo juego de un lado para otro. Coincidió además que San José jugó a mi entender el mejor partido esta campaña. Un poco mas adelantado pero sin el agobio de iniciar la construcción, el centrocampista navarro supo entender su rol y cuajó 90 minutos enormes de trabajo, recuperación y brega.

Si a esto le unimos la calidad de Raúl y Aduriz con las ganas de Williams y el trabajo coral enorme en defensa tenemos ante nosotros un equipazo capaz de cualquier cosa.

El empuje rojiblanco amedrenta al Barcelona. Los de Luis Enrique se incomodan con la presión. Los leones llevan los partidos a tal ritmo que incluso al Barça le llega a faltar el aire por momentos. Dejo para otro día el teatro de algunos y las malas artes de otros. El tema de los valors hace mucho tiempo que debieron sustituirlo como reclamo de la fachada de la Masía. Es un club más e incluso que estas cosas las hagan ellos tiene más delito.

Hay eliminatoria y estamos ya expectantes de cara al partido de vuelta. Todos tenemos muy claro que este grupo se va a dejar el alma en el Camp Nou pese a que allí en vez de 90 nos parezcan 180 minutos. Aupa Athletic.