Oportunidad perdida
mÁS claro el agua. Domingo propicio para pegar un salto cualitativo y se desaprovechó. No era el mejor escenario, los números allí no ayudan. Pero como casi siempre algún día hay que acabar con el gafe aunque no será esta temporada. El Espanyol no es un buen rival para el Athletic en su casa. Marcó hasta un jugador que llevaba dos años sin hacerlo. Está claro que Barcelona es una ciudad que se le atraganta a los rojiblancos, bien con el Barça como con los pericos.
El partido era de los ganar o empatar, vamos, sumar. El equipo de Galca está bajo mínimos y había que aprovecharse de la circunstancia amén del buen momento de los leones. Pese a arrancar por delante el Athletic no supo manejar el choque. Independientemente de rotaciones y posiciones cambiadas de algunos jugadores no vimos el equipo que esperábamos. Nos encontramos dudas, falta de ambición y descontrol en un choque que había que haber manejado mucho mejor. Se tiró por la borda una oportunidad muy clara de seguir sumando y recortando distancias.
Hace días que venimos hablando de jugadores como Ander Iturraspe y sus entradas y salidas en convocatorias y onces. El Ander que vimos el domingo dista mucho de ese futbolista mandón y suficiente en el centro del campo. Él solo ha zanjado el debate por el momento y debe con su trabajo y actitud revertir una situación que de no modificar le va a condenar a la suplencia. Hay que recuperarle pero tiene que ser él quien ponga todo de su parte para que sea así. El fútbol del de Matiena no se puede haber perdido así sin más. Expectantes por su regreso y ansiosos porque vuelva uno de los jugadores mas importantes de esta plantilla.
El fin de semana nos ha dejado además el fallecimiento de los leones José Luis Artetxe y Nico Estéfano. Al primero le conozco por su hijo, José Luis, amigo y compañero de profesión que escribe como nadie gracias a lo enseñado antes por su aita además de lo que el patrón de la Bizkaitarra, Txirri, me ha hablado de él y sus encuentros para hablar del Athletic. En el caso del segundo gracias a mi aita desde que yo era pequeño y siempre me trató con un cariño inmenso. Goian bego. Se van dos fenómenos que allá donde estén llevarán el escudo rojiblanco y sus valores.