Es coincidencia o casualidad que EH Bildu y PP tengan la misma propuesta electoral para el cierre de ETB-2? Ambas confluyen en un resultado idéntico. Lo primero que sugiere tan chusca circunstancia es que, una vez más, los extremos se tocan: los proyectos radicales adoptan, por caminos diversos, iguales enemigos, la libertad y la dignidad. El revolucionario y el reaccionario se necesitan y retroalimentan. En esto Basagoiti se parece a Mayor Oreja, cuando este se asociaba con Otegi en las votaciones del Parlamento Vasco para derribar el Gobierno de Ibarretxe. Ni por ética ni por estética el facha y el abertzale dejaron de compartir trinchera numerosas veces. Si aquellas coincidencias escandalizaban, las casualidades de ahora provocan perplejidad. ¿Importa que las motivaciones de uno y otro sean distintas si en conclusión están de acuerdo en liquidar gran parte de la radiotelevisión pública?
Basagoiti, siguiendo la ortodoxia neoliberal, habla de privatizar -¿a favor de su hermana Carmen, que anda en el negocio audiovisual?- tres de las cuatro cadenas de EITB. Laura Mintegi se justifica en la normalización del euskera para requerir el exterminio de toda emisora pública que emita en castellano. El argumento del PP es el déficit presupuestario, mientras que el de EH Bildu es su desprecio de la situación lingüística de Euskadi y la anteposición de los deseos a la realidad. Dos desvaríos en uno. Laura y Antonio se casan, feliz enlace.
Si el desastre se produce, tanto la patronal de la televisión privada, como los insaciables grupos multimedia (Vocento, Prisa, El Mundo e Intereconomía), nombrarán a Basagoiti y Mintegi accionistas vitalicios de sus empresas por incrementar exponencialmente sus beneficios y destruir la hasta entonces imbatible competencia de ETB-2, Radio Euskadi y Radio Vitoria. Gracias a sus desvelos España habrá ganado la batalla de la información y Euskadi retrocederá treinta años. EH Bildu y PP tienen ideas diferentes sobre EITB; pero si ambas van a muerte, ¿qué importa si es a espada o a pistola?