Sacrificio necesario y preciso
Para que un genocidio quede impune con la bastarda intención de crear un resort de lujo en los terrenos donde antes había un pueblo legítimo, cuyos restos de muchas víctimas estarán para siempre en sus cimientos, algo gordo muy gordo tenía que pasar, e Israel hizo todo lo posible para que así pasara el 7 de octubre de 2023.
“Alguien” en algún despacho siniestro del sionismo más diabólico, “decidió” qué más de 1.100 víctimas y 250 secuestrados era la cantidad idónea para actuar sin límite y sin castigo, sobre una población civil hambrienta, desarmada y desesperada.
Porque nadie mínimamente informado se cree que una potencia militar tan inmensa, tan sofisticada y tan exquisita perpetrando actos militares y terroristas casi al milímetro, cometiera el error tan tan oportuno de que le pillara por sorpresa el ataque terrorista de Hamas.
Es más qué evidente que ese “alguien” dio por necesario y conveniente el sacrificio de su propia gente, ya que en su cabeza enferma estaba más que justificado, para “disculpar” lo injustificable que estamos viviendo en la actualidad.