Cuanta ignorancia de quienes, presidente del gobierno incluido, comparan la actual migración ilegal con la salida de españoles hace más de 70 años hacia Alemania y otros países europeos, ya que la gran mayoría llevaban contratos laborales por la colaboración de los gobiernos, junto a su documentación personal, además si no había integración o se cometían irregularidades, eran devueltos a España, mientras que en los actuales procesos no se sabe ni la procedencia ni los nombres de estas personas, prácticamente nada y además se enriquece y facilita la labor de las mafias que los trasladan.

Ante ello la admisión debe ser reglada, documentada y controlada, con derechos, pero también obligaciones, entre ellas la adaptación al país de acogida, lo que el gobierno no está haciendo y por ello su ilegalidad y el rechazo que se viene observando y va en aumento al igual que la entrada de estas personas. Ya el resto de Europa está tomando cartas en el asunto al respecto, no queda otra.