Soy fontanero autónomo y residente de Santutxu. Hasta hace dos años podía tener el distintivo de residente y el de autónomo para poder aparcar y trabajar. Hoy, la normativa de la OTA me obliga a elegir entre uno u otro, impidiéndome ejercer mi oficio sin ser castigado económicamente. Además, me han denegado el distintivo de carga y descarga porque no soy transportista, aunque necesito mover herramientas y materiales a diario. La consecuencia: pagar 13,60 € por cinco horas de OTA, luego moverme a otra zona y pagar otros 6,35 € por tres horas más. Casi 20 € al día solo por poder aparcar para trabajar. Sumemos la cuota de autónomos, el impuesto de circulación... ¿Esto es apoyar al pequeño trabajador? Me veo obligado a mendigar derechos que antes tenía. Ni puedo aparcar en condiciones, ni puedo combinar mis dos realidades: ser trabajador y vecino. ¿Cómo es posible que se me niegue el distintivo de autónomo por el simple hecho de residir en Bilbao? ¿Qué lógica tiene esa exclusión? El Ayuntamiento está empujando a los autónomos a la asfixia mientras se llena la boca hablando de “ciudad sostenible y social”. Queremos trabajar, no que nos cobren por hacerlo. ¿Van a seguir dándonos la espalda?

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