Como vecino de Barakaldo, me preocupa la ampliación de la autovía de Rontegi. La nueva calzada quedaría a tan solo unos metros de las viviendas, lo que me lleva a dudar si se está respetando la distancia mínima legal que la normativa establece entre una autovía y las edificaciones residenciales.
No se trata solo de una cuestión técnica, sino de la salud, la calidad de vida y la seguridad de quienes vivimos en la zona. La cercanía de una vía nueva aumenta los niveles de ruido, contaminación y riesgo para las personas, algo que no debería tomarse a la ligera.
Distancias de seguridad
Es importante que las administraciones revisen este proyecto, teniendo en cuenta tanto la normativa vigente como los derechos de los ciudadanos. Pedimos que se prioricen las personas y que se busquen soluciones que respeten las distancias mínimas de seguridad y las condiciones de vida adecuadas.
Guerra