“Es la reina de las flores, de la luz y del amor” (que por aquí se decía cuando no hay inundación), dice la canción de hace muchos años y ha resultado premonitorio. Lo que ocurre es que los valencianos tienen algo de extraños, porque eligen para que les manden a gente que más se dedica a las flores que a las inundaciones. Ahora tienen un presidente, un tal Mazón, al que votaron, que ya no sabe cómo enredar la madeja para que no lo metan en la cárcel. La última idea brillante ha sido poner a dos militares al mando en plaza de la consejería que organiza las demás consejerías. Este señor no sé si hizo la mili o no sabe cómo funcionan los militares y su mentalidad castrense. Muerto el burro, cebada al rabo.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
