Mientras veía la gabarra Athletic siendo remolcada por la ría no pude evitar un sentimiento de nostalgia. Hace 40 años la gabarra subió por una ría de Bilbao ya desaparecida, industrial y con barcos amarrados en sus riberas, y que atracó junto a la iglesia de San Antón y su puente.

El evento náutico del pasado jueves era un homenaje a un Athletic por la fidelidad a su origen y a sus principios, a la vez que los protagonistas del triunfo homenajeaban por una lealtad inquebrantable a los athleticzales que abarrotaban las márgenes de ría hasta el Ayuntamiento de Bilbao, y en este punto me embargo cierta tristeza por que el cauce había dejado ser navegable para un remolcador aguas arriba del puente del Ayuntamiento.

Un cauce que se ha ido abandonando al no ser dragado (a pesar del riesgo de inundaciones), poniendo barreras con puentes fijos ya construidos o en proyecto, que con los años hará inviable un evento como el del jueves al no poder pasar las embarcaciones de Zorrotza.

Me parece muy triste el olvido del origen marítimo e industrial. Me gustaría que los que rigieran Bilbao tendrían la misma fidelidad a su origen que los protagonistas de la subida de la gabarra y que la ría estuviese viva y no fuera solo una tarjeta postal.