Una familiar de uno de los fallecidos decía: “Tienen que pasar estas cosas para que los responsables se den cuenta de que esta discoteca y sus anexos tenían orden de cierre desde enero de 2022”. O sea, un año y nueve meses después la discoteca seguía abierta y ha ocurrido la desgracia. El Ayuntamiento culpa de todo a la empresa. Señores, señoras, aquí hay gente que no hace bien su trabajo. Quien sea el responsable de que un local que tenía que estar cerrado no lo esté. Y no vale tirar balones fuera como se hace muy frecuentemente en este país. A la gente influyente se le permite todo y ya sabemos la ciudadanía que esto ocurre y las empresas están para ganar dinero. Trece personas han fallecido y alguien tendrá responsabilidades. Digo yo.