Aquí en tu misma tribuna favorita, gudari Moreno, te escribo. El domingo asistimos al acto que constituiste junto a otros gudaris y milicianos en Artxanda en recuerdo a la resistencia ante los malditos fascistas en Bilbao en junio de 1937. Estarías “jodido, pero contento” -era tu frase- porque estuvo lleno. Fui junto a mis hijos a quienes apodabas cariñosamente El Inglés y El Moreno. Son biznietos de otro combatiente vasco del Ejército de Euzkadi, el bilbaino Esteban Gorriti Uriarte. Quizás en algún lugar se cruzaron vuestras vidas ante el lamentable gigante que trató de acabar con las libertades y Derechos Humanos que nos posibilitan a todas y todos por igual acceder a la felicidad personal. Al grano: pusimos tres rosas en tu recuerdo y en el de birraitite Esteban, como por nuestros queridos Sagastibeltza, Padín, Soreasu, Otsoa de Txintxetru, Alejandro del Amo... Lo hicimos porque ahí, en Artxanda, luchaste hasta con 100 años y gritaste Gora Euskadi Askatuta, aunque había micrófono. Sin embargo, el domingo no se escuchó tu nombre amplificado. Cierto, todos sois iguales, pero tú le echaste lo indecible y era tu gudari eguna. No obstante, que sepas que los tres nos acordamos de ti y gritamos tu nombre en Artxanda. Y aunque algunos te olviden de la noche a la mañana, nosotros lo seguiremos haciendo. Hay relevo.