A usted que se han reconvertido repentinamente en defensor de las mujeres después de siglos de haberlas humillado e ignorado, ahora acusa de machistas a quienes siempre las han tratado con respeto, le propongo un test para autoevaluarse, compruebe si asume que sean como ellas deseen. Le planteo una reflexión. Supóngase que su esposa tiene una enfermedad y cuya imagen externa produce visible rechazo. Que usted es un artista de prestigio y tiene una vida social intensa. Que ha sido premiado por una obra suya. Que el presentador de la gala es un showman muy popular para dar prestigio al festival de reparto de premios y que al referirse a usted con un toque divertido al selecto auditorio, hace alusión jocosa a la enfermedad de su esposa que está junto usted. La prueba que le propongo es si le parecería lógico que usted también se riera a costa de la enfermedad de su esposa. O, por el contrario, subiría al escenario y le diera una bofetada al cómico y le reprochara públicamente que le hiciera víctima de su ingenio. Finalmente, supóngase que usted y su esposa son de raza negra y que el evento tiene lugar en una sociedad en la que se presume que los negros son siempre culpables. Además, que los tertulianos le acusen de machista por defender a su esposa. ¿Qué opinaría si su reacción ante la broma del showman fuera reírse con la plebe y usted tuviera que disculparse ante el cómico por la bofetada para evitar el escándalo a pesar de que su esposa fue humillada? ¿Le ofendería que le acusaran de machista por mostrar afecto y respeto por su esposa? Se arrepentiría por disculparse ante el showman?