Hay que ver como anda el personal mediático, augurando el apocalipsis constitucional a cualquiera que discrepe de una institución hecha y consentida, a la medida del aprovechamiento personal de su inquilino. El burdo intento del desprestigio de cualquier republicano, como peligroso antisistema de oscuras intenciones, es realmente patético . Ocultar, mentir, manipular. Esa ha sido la política de la Casa Real y de sus corifeos mediáticos. Y seguimos igual. Hasta hace unos días ni siquiera sabíamos donde andaba aquel a quien sus sufridos súbditos -que no ciudadanos- pagan escolta y seguridad. Lo dicho: Patético.