Nicolás Pariser, director del filme Los consejos de Alice, ha concedido una entrevista a un diario local que por su originalidad puede iluminar a muchos políticos y estimularles a abandonar la política. “Para ser político no hace falta ser muy inteligente, solo coraje y no conozco a ninguno que lo sea”, comienza. Al proyectar su película se preguntó: “A quién odiamos más, ¿a los intelectuales o a los políticos?”. Afirma que “el problema es que los políticos de hoy no tienen carácter, les falta inteligencia y carácter”. Sobre De Gaulle no cree “que fuera tan inteligente como Proust o Rousseau, aunque tenía buenas cualidades como hombre de Estado, pero no inteligencia”. Le pregunta el periodista si cree que los gobiernos están interesados en tener personas estúpidas e incapaces de pensar. Responde: “No lo creo, lo que sí quieren es tener ciudadanos estúpidos (que no es lo mismo), pues la mayor parte de las decisiones políticas se toman desde la incompetencia e imprecisión”. Respecto a la filosofía cree que los políticos valoran los conocimientos de matemáticas o informática, pero como creen que la filosofía no sirve para nada es lo primero que eliminan cuando hay que hacer ahorros. Ante la pregunta: “En qué momento, según Vargas Llosa, Francia se volvió mierda? Hubo tiempos en que los jóvenes buenos alumnos aspiraban a construir una sociedad más justa, humana evitando la violencia social, pero fueron absorbidos por el sector financiero y las multinacionales. “He visto a muchos jóvenes cuyos padres solían ser de izquierdas, que se alejaban de las carreras humanistas. En cierta manera se trata de un suicidio”. Se agradece que un intelectual se acerque al gran público para descargar la decepción que le produce la sociedad.