Los conflictos políticos se originan normalmente por luchas de poder, se rompe el equilibrio, se fragmentan los grupos y la solución llega o bien por imponer su solución o por llamar al diálogo para tratar de persuadir al oponente y obtener consenso. Recordar que en la negociación no nos enfrentamos a personas sino a problemas, a la buena, fluida y clara comunicación de nuestros intereses nos ayudará a establecer lazos de confianza y a progresar hacia un punto de equilibrio.